4. Caos y Sacrificio

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¡Oh, qué dulce visión! ¡Qué hombre tan apetitoso! Pasaría la eternidad entera lamiendo esa piel tostada, saboreando su saliva, su sudor, su semen... Aggg... ¿Podré reprimir mis ansias de devorarlo? No debo sucumbir a ese deseo. No debo traicionar mis ideales. No debo volver a probar su sangre.

     Éstos eran algunos de los pensamientos que rondaban la mente de Breta, mientras succionaba de la boca de Gin cabalgando sobre él en la parte trasera del Buick.

     La Matriarca la había convocado en la Casa Rams, sitio de reunión regular para el aquelarre y su casa también. Quería que llevase a su esclavo, quería ver con sus propios ojos uno auténtico.

     Breta continuaba absorbiendo la saliva de Gin, deleitándose con ese sabor intenso y revitalizador. Era una sensación de poder extremo que humedecía de excitación su sexo... y también su alma.

     Un alma que se sentía incompleta y que gritaba fusionarse con su otra mitad para completar su ser. Su alma gemela.

     Durante muchas generaciones, las brujas han potenciado su poder absorbiendo este tipo de almas. Aquellas que formaban parte de la bruja misma, pero que se habían desperdigado por todos los rincones del Universo junto con muchas más, perdidas entre cada átomo, cada plano existencial, en cada mundo... Aunque no dejaban de ser teorías...

     Era y sigue siendo prácticamente imposible encontrar la tuya. Sólo unos pocos lo han logrado, obteniendo tras consumirla un nivel más en su grado de brujería. Todas ellas habían conseguido una posición de poder de esta manera, como su familia. Contando a Breta ésta es la tercera generación consecutiva que es capaz de hallar a su alma gemela. Era de conocimiento público y el apellido Lemuria de sobra conocido en el aquelarre, sobre todo en esos momentos tan inestables.

     Pero esos tiempos pasados ya habían terminado. Si el ritual se realizaba con cualquier otra alma, devorarlas proporcionaba un chute de poder adictivo a las que muchas y muchos estaban enganchados, como a una droga. El vicio les incitó a unirse y protestar contra aquel privilegio prehistórico, apoyándose en la idea de la igualdad, para poder así disfrutar de los máximos placeres que sólo conseguían unas pocas. Aquel pacto, aunque de unión débil, se llevaba a cabo y eran las propias brujas quienes elegían al esclavo al que devoraban. Hacerlo les llenaba de una energía renovadora y potenciadora, catapultando sus habilidades mágicas.

     Los esclavos eran elegidos siguiendo unos criterios personales que las brujas decidían en corrillos chillones. Odiaba a aquellas idiotas. Ella se negó desde muy pronto a realizar ese ritual. El esclavo no era la auténtica alma que debían consumir. No tenía ningún sentido hacer un pacto por un rato de placer, así es como ella lo concebía. Negarse tanto a buscar a su esclavo como a aceptar uno asignado, le había traído muchas complicaciones con aquellos que ahora llamaban el Consejo: miembros poderosos del aquelarre con aficiones y gustos retorcidos. Unos la animaban a buscarlo, pues en su familia casi siempre lo lograban; otros la instigaban a no hacerlo y aceptar al esclavo que ellos mismos habían escogido para ella. Aún así todos ellos con un fin común: obtener un gran poder. Aunque era una bruja joven, a dichos personajes no se les olvidaba qué clase de sangre corría por sus venas. Y cuando lo olvidaban y perdían el respeto que debían profesarla, Breta estallaba perdiendo los papeles que tanto procuraba no mostrar.

     Ni su madre, ni ahora ella devorarían ninguna alma jamás. Su visión de "unión" era diferente a la de los demás.

     Todas esas personas estarían esperando en la Casa Rams. Admitir ante todos ellos que se había inclinado hacia una postura en concreto la cabreaba porque no era así. Ella se mantenía firme en su creencia de no asesinar. En los tiempos que corrían ya no era necesario obtener más poder para nada... Era una época tranquila en la que la tecnología sustituía muchas veces a ciertos tipos de brujería. Consumir almas de la manera en la que lo hacían era directamente una masacre. Y no podría pasar desapercibido por mucho más tiempo. Todas esas personas con potencial para la brujería tendrían seres queridos preocupados buscándoles... En algún momento la situación se complicaría. Tenía que encontrar la manera de pararlo sin sacrificar más almas.

El Esclavo de la Bruja(Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora