Por la noche

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Narras tu

Pancho me acompañó a casa, íbamos a paso lento, caminando sin preocupación y muy cerca el uno del otro porque hacía frío.

En un momento dado yo di un respingo, debido al viento. Pancho rápidamente me pasó un brazo por los hombros para apegarme a él y mantener el calor.

Nos abrazábamos de forma muy tierna, hasta que por desgracia me cayó una gota de agua encima, y empezó a llover a cantaros tras eso.

Ir dando un paseo ya no era una opción, llegamos a mi casa y le dije de pasar. Él se negaba todo el rato porque tal vez su tío se enfadaba. Yo acabé convenciéndole diciendo que mi tía le llamaría para avisar que hasta que terminara la tormenta se quedaría con nosotras.

Dicho y hecho, estábamos cada uno con una manta enrollada al cuerpo y con una taza de chocolate calentito para entrar en calor.

Nos reíamos con cada estupidez que hacíamos. Eran momentos muy felices.

Una vez llegadas las once de la noche, limpiamos las tazas y las dejamos secando y nos fuimos a dormir. Él en el sofá con mantas y yo en la cama.

Hacia las tres de la madrugada me desperté con miedo por los truenos y rayos de la dichosa tormenta. Al ir al salón a ver como estaba Pancho, me di cuenta que también estaba despierto.

Susurrando nos contamos las razones por las que estábamos despiertos. Coincidimos en el miedo a la tormenta, que azotaba violentamente la casa.

Nos fuimos a mi habitación juntos y nos pusimos a hacer sombras chinescas en la pared para relajarnos. Al final del cansancio, caímos rendidos.

La sobrina de Julia, verano azul. (Javi, Pancho y tú) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora