Cuevas marinas

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Nota de la autora: Este capítulo es invención mía. Como me alegra mucho que apoyéis la historia he querido dar un momento más 'romántico' al asunto, además de alargar la historia un capitulo más.  Y puede que me salte alguna que otra ley de la física, pero bueno, ficción. 

Narra ___.

Me desperté temprano al día siguiente, desayuné con mi tía y fui en busca de la pandilla. Ese día solo íbamos a estar los mayores porque el padre de Tito había decidido llevar a los dos pequeños a una actividad, no me acuerdo cuál era. 

El padre de Quique tenía un conocido que le habló sobre unas cuevas marinas, que hacían las veces de piscinas naturales. Pero claro, solo los lugareños las conocían por lo cual no eran muy visitadas. 

Habíamos planeado ir Pancho, Javi, Bea, Desi, Quique y yo. Preparamos mochilas con comida y algunos refrescos y nos fuimos en busca de dichas cuevas. 

Realmente, yo no estaba muy segura de eso. La última vez que la pandilla interactuó con una cueva no salió bien (La cueva del Gato Verde para ser exactos). Pero bueno, sonaban interesantes, así que decidí seguirles la corriente. 

Desde una cala sin nombre teníamos que avanzar hasta encontrar la hendidura. Era lo suficientemente alto para no llenarse de agua cuando subía la marea, pero lo suficientemente bajo para crear una piscina natural. 

Al rato de andar, oímos la voz de Quique. 'Chicos, ¡Por aquí!' decía. Le seguimos, entrando en un enorme hueco en el acantilado. 

La cueva en el interior parecía un cielo estrellado. Había pequeñas rocas brillantes entre los trozos de piedra más oscura. Parecía de lo más bello que hubiéramos visto. 

El agua de los pequeños pozos era templada, no era cálida, pero se podía estar. Rápidamente nos despojamos de nuestras mochilas y ropas (haciendo un montón en una parte seca) y nos metimos al agua. 

Chapoteamos felices un rato, disfrutando la penumbra y calidez del entorno mientras hablamos de cosas triviales. Poco a poco los temas se fueron tornando más pícaros, hasta que Bea dijo 'Deberíamos jugar verdad o reto'. En la oscuridad de la cueva pude percibir su sonrisa. 

Desi y yo reímos por lo bajo mientras los chicos dudaban de si jugar o no. 

(Estábamos sentados en un semicírculo, de izquierda a derecha éramos, Quique, Desi, Pancho, ____ [Yo], Javi y Bea). 

Entre las preguntas y retos, había momentos de risa, momentos de sonrojes y muchas cosas más. Hasta que Bea me preguntó y escogí verdad. 

Bea: ¿Quien te parece más atractivo, Javi o Pancho?

Me sonrió pícara. Aunque ella había tenido el mismo dilema que yo anteriormente eso no la hacía sentirse celosa, e incluso ella forzaba situaciones como esta para dejarme a solas con los dos, o hacernos sonrojar. 

La miré tragando saliva, no podía elegir, aún no. 

Los dos me miraban expectantes, y el ambiente juguetón se tornó tenso. 

Empecé titubeando. 'Bueno' comencé 'Yo.... no sabría a quién elegir' dije, mientras Desi, Bea y Quique se miraban riéndose por lo bajo. 

'Cada cual tiene sus cualidades, y no creo que se les pueda comparar' dije, esperando que con eso se calmaran. Pareció que sí.

Al rato, Quique retó a Pancho a besarme. Él me besó en la mejilla, pero a la vista de todos parecía un beso en los labios. Javi, en la tenue luz, brilla rojo de ira. 

Hacía ya tiempo que mis sentimientos por ellos dos eran claros, aunque no lo hubiéramos hablado. Y sus sentimientos hacia mí también eran cristalinos. Ya nos ocultaban los celos o fingían que no estaban celosos. 

La pandilla no se había fijado mucho en eso, pero yo sí.

Terminó el día, habíamos comido, jugado, reído y de todo. Y era momento de volver a casa, cada cual por su camino. Primero todos pasaríamos por la playa y luego nos separaríamos. 

La luz de la luna se reflejaba en las olas de mar, creando un movimiento casi hipnótico. 

No me di cuenta de que me quedaba atrás, hasta que Javi me tocó el hombro. Ese brazo mismo lo pasó por mis hombros, acercándose a mí y mirando el mar conmigo. 

'¿Pancho te ha besado bien?' preguntó él, un hilo de voz fino y cortante. 'No me ha besado los labios, bobo' le dije a Javi, él me apegó más contra su cuerpo. 'Me besó en la mejilla'.

Javi rió. Luego puso su mano contra mi mejilla y plantó un suave y tierno beso. 


La sobrina de Julia, verano azul. (Javi, Pancho y tú) (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora