V

225 20 10
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Elektra, Elektra! —Graham viene corriendo a mí con una gran sonrisa que se contagia en mi rostro—. Tenemos que decirte algo.

No me deja hablar porque toma mi mano y me arrastra hasta donde están todos, incluyendo a Justine y Dave, es extraño verlo aquí.

—¡Dave! Que alegría verte de nuevo.

Es inevitable no abrazarlo. Es un gran chico, a su manera. La felicidad de Alex se fue al suelo en cuanto llegué y Damon se vuelve un poco más serio.

—Tienes que leer esto, Elektra—me dice Dave, entregándome una hoja de papel, que ahora está un poco arrugada.

Dejo de pensar en que Alex fue ayer a mi casa o que Damon me escuchó teniendo sexo con Graham; incluso puedo sentir a mi novio un poco tenso, pero aun así tiene una sonrisa.

Lo que leo es una carta demasiado formal, dirigida a los chicos. En fin, leo todo completamente rápido porque no me interesa, hasta que llego a la parte importante.

"Un productor de nuestra empresa está interesado en reunirse con ustedes, para tratar asuntos relacionados con su carrera musical".

Ahora sé lo que pasa. El demo que enviaron unas semanas atrás ha tenido una respuesta. Bajo la carta y lo único que puedo hacer es saltar sobre Graham mientras sonrió. Joder, estoy tan feliz por estos tontos.

Él también me abraza y me siento tan bien de poder estar con ellos. No tengo idea de que pasará, pero ahora lo importante es que alguien valora su trabajo.

—Se lo merecen demasiado —digo una vez que puedo calmarme. No me pasó a mí, pero sé cuántas horas pasan practicando y escribiendo—. Maldición, se merecen esto, pero ahora deben trabajar lo doble

.

—Es realmente un milagro que te alegres. Elektra feliz no es muy común de ver —dice Alex, sigue molesto y no olvidará lo que pasó ayer, pues yo estoy lo triple de molesta con él.

—Cállate Alex —digo seria hacia él, sólo gira los ojos al cielo. No tengo tiempo para perder en él—. ¿Y qué? ¿Vamos a celebrarlo? Serán los chicos populares ahora; debemos celebrarlo.

—Estoy de acuerdo con Elektra, hagamos una fiesta en grande. Les pediré a mis padres la casa de campo, ahí la haremos —Justine los motiva, no hace falta hacer mucho para que todos acepten.

Así que el ambiente se transforma en risas y planes, todo mientras estamos sentados en el húmedo césped de una de las jardineras del campus.

—Estoy tan feliz que te follaría ahora mismo —le susurro a Graham mientras los demás están sumamente emocionados, haciendo preparativos y cosas de fiesta, esto me aburre. Yo no las organizo, yo sólo voy a ellas.

Él se gira para obsérvame. Sí, estamos sentados en media luna, pero ahora él y yo nos observamos demasiado cerca. Está serio, analizando mis expresiones y después se pierde en mis labios, le sonrío.

—Elektra—dice en voz alta y actuando, yo trato de seguirle la pista— ¿Tienes el libro que me prestarías?

—Claro —esto me resulta muy gracioso—. Vamos por él.

Se levanta y después me ayuda, enseguida nos vamos y nadie pregunta a donde porque lo escucharon. Caminamos por la universidad.

—¿Dónde quieres hacerlo? —me pregunta.

Graham nunca ha sido un chico que rompe las normas por su cuenta. Desde que comenzamos a hablar decide tomar riesgos, sólo cuando está conmigo, por eso todos piensan que es el chico inocente y virgen, como escucho que hablan de él.

—A esta hora el audiovisual 2 está libre.

No dice nada más, vamos directo a ese salón. Todo está completamente obscuro, apenas cierro la puerta cuando me sujeta por la blusa y comienza a besarme con audacia, sabemos que tenemos poco tiempo. Me toca rápido, y presiona mi cuerpo a él, ya siento su erección y esto me calienta. Mete sus manos a mi falda, baja mis bragas, gruñe muy bajito sobre mis labios. Se separa de mí para observarme a los ojos, lo veo demasiado excitado; adoro su expresión seria, su mandíbula tensa, esos ojos amenazantes y sus manos tocando mis lugares más sensibles, presionando mi carne como si fuera la primera y la última vez que me tendrá. Enseguida me gira y me pega a la pared. Apenas reacciono al frio muro contra mi mejilla cuando siento que entra en mí; me embiste fuerte y decidido. Pone su mano cubriendo los sonidos de mi boca, y la otra se abraza a mi cintura mientras comienza a besar mi nuca y gemir cerca de mi oído. Se corre rápido, yo le pido que pare de embestirme, no quiero salir de aquí haciendo evidente lo que hicimos.

Simplemente me vuelve a girar y me besa, mordiendo mis labios.

—Estoy tan feliz por ti —esto lo digo enserio, lo siento en verdad.

—Yo me siento feliz cada vez que estoy contigo —me acaricia el rostro mientras sonreímos— ¿Qué libro me prestaras?

Ambos sonreímos, una vez que nuestra ropa está en su lugar saco de mi mochila un libro.

—Este será nuestro salvador está vez.

Sonríe y se acerca para besarme, tomando el libro. Cuando salimos aún nos queda un poco de tiempo para ir al baño y tratar de relajarnos de esa excitación.

Ahora tengo que quedarme hasta tarde para ensayar la obra de teatro, y todo va como normalmente suelen ser los ensayos hasta que una chica se acerca a mí. Me hace plática de cortesía, algo amistosa preguntando por mi día y cosas relacionadas. No me niego a hablar con ella. Aun no entro a escena porque ensayan otra, así que sigo su conversación. Las personas siempre se acercan a ti porque quieren algo a cambio, y todo parece ir aparentemente normal hasta que hace evidente para lo que me quiere.

—Escuché rumores de que tus amigos tienen un contrato con una disquera.

Quiere sexo de alguno de ellos, o fama.

—Quien te dijo eso está equivocado, no es un contrato y no son mis amigos —ahora está confundida, me divierto por su expresión. Y al no apartar mi vista de ella, se pone nerviosa.

—Bueno... es que no importa si lo tienen o no. Elektra, la verdad sería genial si pudieras hablarles de mi trabajo. Estudio literatura y quizá pueda ayudarles con letras para sus canciones.

—Quieres fama —ahora lo veo claro. Igual no me sorprende, todos aquí buscamos fama.

—No —ella se sonroja—. Me siento apenada por contarte esto, pero sólo es un pretexto. ¿Sabes? No es necesario que les hables de mi trabajo. Yo quiero conocer a Graham. Es lindo y tierno, parece un chico que se toma las cosas en serio, es centrado y guapo.

¡Oh no! Quiere sexo, y con Graham. Soy incapaz de pronunciar palabra alguna. Cuando vuelva a ver a mi novio me lo follaré como nunca lo he hecho en mi vida.

—¡Elektra! Es tu turno —no le aparto la mirada, se siente avergonzada. Yo sólo voy a practicar mi parte de la escena.

Nuestra relación abierta no se presta para celos, no tenemos tiempo de esas estupideces de adolescentes, pero no puedo asimilar que conozco a alguien que quiere tener algo con Graham. Sientes celos cuando tienes miedo de perder a alguien, yo sé que no lo perderé por alguien más, pero imaginarme a Graham con otra persona es algo que me enfada.

ᴛᴇʀʀᴀᴄᴏᴛᴛᴀ ʜᴇᴀʀᴛ ↳ ᴰᵃᵐᵒⁿ ᴬˡᵇᵃʳⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora