XVII

91 8 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Desde ese día Steve no ha parado de estar detrás de mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desde ese día Steve no ha parado de estar detrás de mí. Su interés por mi carrera ha crecido de una forma exponencial, hasta Damon le ha reclamado por poner más atención a mi trabajo que al de ellos, aun así, no deja de supervisarlos. Le he pedido que sea discreto, sobre todo por Graham, pero es un pésimo actor, lo detesto.

—Nuevamente no me llamaron —me siento desgastada. Voy casi a una audición por día, Steve me ha pedido que no deje de insistir, que no me rinda, pero simplemente a veces quiero mandar todo a la mierda.

—Tienes que seguir intentando —dice mientras me inyecta la heroína—, las grandes actrices no consiguieron un papel en su primer intento, por esa razón debes intentar también en los teatros.

Comienzo a sudar, sólo necesito que llegue la morfina, estoy tan agotada que necesito descansar de una vez por todas, pero lo siento cerca de mí, comenzando a besar mi cuello, ni siquiera aquí tengo suficiente. ¡Mierda! Estoy cansada de esto, pero necesito su ayuda, necesito cumplir el contrato, necesito un papel, aunque sea como extra, ni siquiera eso puedo conseguir. Siempre dicen: eres demasiado atractiva para ser extra, eres una excelente actriz, pero no eres lo que estamos buscando.

Comienza a tocarme y enseguida a besarme, la heroína siempre me pone caliente, y no puedo pensar mucho cuando me tiene recostada en el sofá, estando sobre mí, sólo me dejo llevar. Siento que entra, pero no estoy realmente segura sobre cuando llego al orgasmo o cuando él lo hace, no lo siento.

Al despertar mi boca está seca, mi cabeza da vueltas y las voces que me han despertado se vuelven claras. Puedo darme cuenta que estoy vestida, igual que Steve.

—No eres nadie para decirle a las personas donde dormir y donde no. Ella ha estado trabajando toda la semana Damon, está agotada.

—¿Qué pasa? —pregunto levantándome y atrayendo sus miradas. Ambos cambian de semblante. Intento sentarme y lo logro, pero con todos los malestares delatores de la heroína.

—Damon piensa que es inapropiado dejarte dormir aquí. Le he explicado que has estado cansada y...

—No te metas en mi vida Damon, por favor. Suficiente tengo con las audiciones de mierda. Gracias por dejarme dormir aquí Steve, te debo una —me levanto, tomo mi bolso y el libreto que me servirá dentro de dos días, le doy la mano para estrecharla, y enseguida salgo del lugar.

Voy a tomar el ascensor cuando Damon llega corriendo a mi lado.

—¿Qué ocurre con Steve? Acaso no te das cuenta de la forma en que te observa, y aún así lo defiendes y duermes frente a él. Sé que nos está ayudando, pero no le debes nada.

—Cada quien a sus asuntos Damon, no me extraña que te encuentres así porque Justine está aquí, haciéndote competencia con su banda.

—¿Qué quieres decir? —es increíble que todos lo veamos menos él. Comienzo a reír, mientras el ascensor se cierra.

—Que la presencia de Justine te incomoda, eres un cabrón con ella, no te gusta verla triunfar. ¿Cierto?

—¿Estás drogada? —apenas lo pregunta y me sostengo un poco de la pared del asensor, me maree por un momento—. ¡Dios! Estás muy drogada. ¡Qué coño te hizo Steve! ¿Lo aceptas?

—Me sofocas Damon. Últimamente he tenido la tradición de acostarme con imbéciles, no con mi novio. David no es uno de esos idiotas con los que me he acostado.

Me encargo de dejarle claro lo que pienso sobre él, no dice algo.

—Sabes mi número, por si quieres hablarlo —el asensor se abre, él debe bajar.

—Créeme que tú serías la última persona con la que yo hablaría. Sólo vete a seguir grabando, estrella de pop.

Sale del ascensor, antes de que las puertas se cierren veo su expresión triste.

—Tú eres la primera a quien le cuento lo que me sucede. Me preocupas, Elektra.

—No necesito las atenciones que deberías darle a Justine. Las de Graham me bastan.

Las puertas se cierran y el bajón del ascensor me hacen querer gritar, esto es muy incómodo, joder. No sé como he llegado a casa, pero lo he logrado, apenas puedo y me quito la ropa para recostarme en la cama, hasta dormirme totalmente.

Cuando despierto lo hago por las voces ahogadas de un televisor encendido, en medio de la obscuridad total. Tengo una manta sobre mí, debe ser Graham, sin duda. Intento levantarme poco a poco, esperando que todos los efectos se hayan ido de una buena vez, pero no puedo alegrarme. Abro la puerta y sólo veo la tenue iluminación sobre el cuerpo de Graham, atento al televisor mientras come. Me acerco a él, me ve y sonríe, ni siquiera puedo darle eso. Deja su comida en la mesita de centro y en ese momento me siento sobre sus piernas como un gran bebé, no quiero algo erótico, sólo necesito un fuerte abrazo mientras inhalo su frangancia, después de un día de trabajo.

—Debería dejarlo —le susurro y siento sus brazos abrazándome un poco más fuerte.

—No puedes rendirte tan rápido, no hasta que ya hayas ido a todos los castings existentes.

Lo abrazo más fuerte, siento como inhala la fragancia de mi cabello, ahí hunde su nariz.

—Vamos a la cama. ¿Quieres? —él asiente y vamos después de apagar el televisor. Nos recostamos, yo lo abrazo y él hace lo mismo, detrás de mí y abrazando mi cintura. Puedo sentir su erección, pero esto ni siquiera logra motivarme, él lo sabe y lo entiende. Comienza a dar pequeños besitos en mi hombro y después sube a mi cuello.

—No te detengas Elektra, algún día estaremos en una sala de cine, tomados de la mano, viendo una de tus muchas películas.

Esto me hace sonreír y sacar una risita, intentando no llorar, me siento demasiado agotada y estresada.

—Te adoro, Graham.

—Lo que siento por ti no se pude decir con palabras.

Acaricio su mano, que está sobre uno de mis senos, y en esta posición siento su respiración lenta sobre mi cuello, se ha dormido. Después de unos minutos hago lo mismo.

ᴛᴇʀʀᴀᴄᴏᴛᴛᴀ ʜᴇᴀʀᴛ ↳ ᴰᵃᵐᵒⁿ ᴬˡᵇᵃʳⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora