XI

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—Creo que no podré Damon —dice mientras caminamos al auditorio—

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—Creo que no podré Damon —dice mientras caminamos al auditorio—. Mi padre me castigó y esas cosas.

Yo necesito estar con ella, no me interesa si debo entrar por su ventana en medio de la noche, soy capaz de todo.

—Joder. ¿Cuándo podremos vernos de nuevo? Ya sabes, la que tú consigues es la mejor que he consumido —son pretextos tontos, lo sé. Ella sólo sonríe, por favor, desearía que dejara de hacerlo porque me siento un imbécil.

—No lo sé. Sólo no te aparezcas por mi casa, mi padre ha instalado cámaras y me ha ordenado que me aleje de ustedes. Yo te llamaré cuando pueda mentirle y escaparme ¿si?

Maldición, Elektra jamás habla de todos sus problemas en casa, es inútil que pregunte. Si quiero volver a verla debo hacer lo que me pide, de nuevo caigo en su juego.

—De acuerdo Elektra.

Ella me sonríe y mientras quiero caminar con ella, Graham me pide que lo acompañe por algunas cosas que ha olvidado. Entonces la pierdo de vista.

Horas más tarde, después de terminar los ensayos para la música ambiental de la obra, en la que todos estamos involucrados. Justine me tiene contra la pared de los solitarios vestidores, basándome y pasando sus manos sobre mi cuerpo. Estoy en una situación difícil cuando lo único que pienso es en Elektra. ¡Maldita sea! ¿Qué carajo voy a hacer?

—¿Pasa algo? —pregunta separándose de mí. Es una chica genial, ¿por qué le hago esto?

—No, sólo tengo miedo de que alguien entre.

Se mantiene observando mis ojos, y los pasos de afuera se escuchan claramente.

—Tienes razón, vamos a mi casa.

No puedo negarme.

—Alex me ha dicho que has escrito una canción para mí —dice con una sonrisa, mientras esperamos a su madre en la entrada de la universidad. Intento parecer agradable y feliz pero eso no me agrada: esa canción no es para ella.

—Puto Alex —me sale inconsciente, ahora me observa extrañada y borro mi molestia para observarla con una sonrisa—. Era una sorpresa, no quería decirlo hasta estar seguro de que esa canción estaría en el álbum.

Ella suelta una risita.

—Aún así me la mostrarás ¿no? —asiento y ella enseguida se lanza para besarme.

Vamos a su casa y su madre nos invita a comer, así que lo hacemos. Media hora después estamos en su habitación.

—¿Has visto a Elektra actuar? Lo hace muy bien —y ella la saca en la conversación. Esto está siendo frustrante.

—La verdad no, y ahora que lo pienso es extraño —ella saca una risita.

—Graham se derrite por ella, al menos Alex ya lo ha admitido. ¿Sabes si sale con alguien?

Yo niego, la verdad es una tortura hablar de Elektra frente a mi novia. Le cambio el tema y hacemos tarea. Después me voy de su casa, llego a la mía para dormir. Al día siguiente, en un pequeño receso que tengo de la sala de música, me escapo para ver los ensayos de los actores.

Tomo asiento en primera fila del gran escenario. Nadie parece notarme porque a un lado ensayan algunas personas, y otros observan, igual que yo; me camuflo entre todos. Y Elektra está ahí, encarnando a una chica llamada Anne. A pesar de todo el desastre al rededor de todos, logra captar mi atención, con sus movimientos, sus expresiones, su voz. En realidad creo que es otra chica, alguien a quien no conozco en mi vida, a quien jamás he visto y me pregunto si la Elektra que conozco es realmente la verdadera, la autentica chica y no sólo una buena interpretación de alguien más.

La magia se rompe, y me teletransporto al ahora cuando ella se queda sin palabras y va a buscar el libreto con una sonrisa apenada. Su compañero sonríe cómplice y la espera. Creo que es momento de irme; salir con todas mis ilusiones y tratar de reducirlas a la nada. Jamás conseguiré algo con Elektra, es tonto incluso pensarlo. No soy el tipo de chicos con quienes suele salir, o con quienes sé que ha estado en una relación. Ella es demasiado para mí, demasiado inalcanzable.

Y de nuevo el día pasa, conmigo pendiente del teléfono, esperando oír su voz pidiendo vernos, pero eso no sucede. 

Y de esta triste forma los días se vuelven semanas, y después se reducen a meses, hasta que estamos aquí, a una hora de que ella salga a escena. Los asientos del teatro comienzan a ser ocupados poco a poco. Los chicos de música debemos estar en la parte más alta y frente al escenario para hacer compañía. Todos somos una orquesta filarmónica nerviosa.

Sabemos que aún falta tiempo para salir a escena, y por eso estamos tras vestidores, con todos corriendo de un lado a otro. De pronto sólo falta media hora y se hace la primera llamada. Esta también es para nosotros.

Espero a Justine, afuera del tocador para mujeres, sé que tardará un poco por la larga fila de chicas. Quiero ver a Elektra, desearle lo mejor, pero sé que será imposible hablar con ella, debe estar rodeada por personas que le dan instrucciones. La atención estará centrada en ella. Ayer dimos el último ensayo general, ella estaba nerviosa, y no pude escuchar toda la obra, pero en aquellos momentos me seducía sin siquiera desear hacerlo.

Camino por ahí.

—Damon, ayúdame a llevar esto a la bodega —me pide un chico, quitando unas cajas del escenario detrás del telón. Es sorprendente como aún no está listo, aún así le ayudo. Voy detrás de él, intentando no pegarle a alguien o cuidando que el contenido no salga de la caja. Entramos a la bodega y pone su caja en el suelo.

—Ponlas en el fondo, iré por la otra.

Sólo asiento y hago lo que dice, salgo de ese olor a humedad y de iluminación casi nula. Aquí está sumamente tranquilo. Me encuentro en el fondo del pasillo de los camerinos. Voy a irme cuando escucho la voz de Graham.

—Lo harás genial, confío en ti, sé que tú confías en ti.

Me divierte la idea de verlo motivándose solo, así que me acerco a donde proviene la voz, está cruzando la puerta para salir completamente del teatro a la parte trasera. Ese cabrón debe estar muy nervioso, a pesar de que él no va a ser quien se va a presentar frente a todos.

Abro la puerta y simplemente me congelo, siento miles de patadas en la entrepierna y finalmente un corazón rompiéndose.

Elektra y Graham se están besando, de una forma lenta, como si estuvieran enamorados.

ᴛᴇʀʀᴀᴄᴏᴛᴛᴀ ʜᴇᴀʀᴛ ↳ ᴰᵃᵐᵒⁿ ᴬˡᵇᵃʳⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora