VII

243 19 8
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   La peor parte es despertar con todos esos efectos que te hacen reconsiderar tu existencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

   La peor parte es despertar con todos esos efectos que te hacen reconsiderar tu existencia. Intento estirarme pero mi cuerpo está presionado entre otros dos. ¿Qué locura hice ayer?

   Abro los ojos y me encuentro a Damon, atento a mis movimientos con esos ojos azules dilatados, sin expresión alguna. Diablos, ahora siento que no tengo ropa, maldición y joder. Tallo mis ojos, intentando averiguar si realmente esta es la realidad o un extraño sueño. Él parece no tener playera o camisa, esto es demasiado para mí. Me giro y Graham está detrás, siento su cuerpo semidesnudo.

   —¿Qué hicimos? —pregunto en un susurro, girándome a Damon, estoy aterrada. ¿Lo hice con los dos? Él sonríe, quiero arrancarle esa maldita sonrisa. 

   —Nada —no puedo creerle. Veo debajo de las mantas; sí estoy desnuda. Sólo salgo de la cama con cuidado, intentando no despertar a Graham.

    Veo a Alex, también durmiendo sobre la cama, perpendicular a nosotros. Tiene hematomas en el rostro, Justine duerme en un sofá, y Dave parece estar muy cómodo en un colchón inflable en el suelo, con otras dos chicas. Todo me da vueltas. Me envuelvo en una toalla húmeda, al ver que mi vestido está empapado.

   —Te prepararé un café, vamos abajo —dice Damon levantándose. Así descubro que no está desnudo, sólo no usa la playera.

   Mientras estamos en la cocina todo se mantiene en un silencio casi aterrador, después de que Damon apagó la música que se estuvo reproduciendo toda la noche. Hay chicos durmiendo por toda la casa, bolsas con sustancias y botellas de alcohol. Pobre Justine, deberá limpiar todo esto. Sus padres la matarán. Pero hablando de padres, el mío se enfadará. No soy una niña pero lo desobedecí, y a esta hora ya se ha ido a su trabajo, definitivamente notó que no estoy en casa.

   —¿Todo bien? —pregunta Damon dándome la taza de café. Yo asiento. Sólo a Graham le confié la situación que vivo.

   —Todo bien —digo sonriendo—. ¿Todo bien contigo?

   Se sienta frente a mí, divididos por la isla de la cocina, todos los vasos y botellas de alcohol no nos interesan. Él también bebé café.

   —Nada está bien conmigo. No me siento cómodo hablándote así, con todos estos borrachos alrededor, ¿podemos vernos? Tal vez hoy en mi casa, o mañana, cuando puedas.

ᴛᴇʀʀᴀᴄᴏᴛᴛᴀ ʜᴇᴀʀᴛ ↳ ᴰᵃᵐᵒⁿ ᴬˡᵇᵃʳⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora