CAPÍTULO 10 "Tienes que arrodillarte ante Alice"

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En la puerta estaba observándonos Sofía. Antes de que pudiera articular palabra alguna, la voz de El Señor interrumpió de nuevo en la habitación.

–        ¡Qué escena más agradable! Zayn, quiero que te acostumbres a ‘estar’ con otras personas en presencia de Sofía. Sabes que lo hago por tu bien. No me gustaría ver que por culpa de esa zorra trates diferente a mi querida Alice, justo como estás haciendo ahora. Sofía, siéntate en el sofá, quiero que veas a tu novio queriendo a otra mujer, otra que no eres tú. Vas a sufrir y a recibir el castigo que te mereces. Y tú sabes perfectamente la razón por la cual estás aquí.

Zayn y yo mirábamos a Sofía. Ella parecía estar muy nerviosa al oír aquello. No le presté la más mínima importancia. Sofía hizo lo que pidió casi al instante de ordenárselo.

–        Bien. Zayn, quiero que cojas todas las sábanas de la cama y te levantes. –  Zayn le obedeció – ahora, Sofía, quítate toda la ropa. ¡Ya! –  Ordenó El Señor impaciente. – Venga, no es la primera vez que te desnudas ante Zayn, Sofía. Alice no es ningún problema, ¿no? Ella es una mujer, no vas a tener nada que ella no tenga.

Sofía me miró en ese instante. Si las miradas mataran, yo ya estaría muerta. Sofía comenzó a quitarse la ropa. Tardó más de 10 minutos, pues le temblaban las manos y al desabrochar los botones de su camisa, tardó demasiado. Cuando ya estuvo desnuda, el señor volvió a hablar.

–        Muy bien. Pensé que ibas a ser más lenta, pero creo que eso es imposible.  

En ese momento me lo imaginé sonriendo cínicamente como suele hacer

–        ¿Tienes frío? – Preguntó a Sofía. Ella le respondió asintiendo con la cabeza tímidamente. –  No te oigo, ¿tienes frío, Sofía? – Dijo en un tono más duro, exigiendo ser obedecido.

–        Sí, tengo frío. –  Respondió Sofía más alto.

–        Sigo sin oírte, zorra.

–        ¡Sí! Tengo frío. – Gritó.

–        Eso ya está mejor. ¿Quieres que Zayn te dé las sábanas que sujeta? Son muy calentitas, ¿sabes?

–        Sí, señor. Me encantaría.

–        Pues si quieres las sábanas para arroparte, te lo debes ganar. Tan solo tienes que arrodillarte ante Alice y rogarle que te dé las mantas. No quiero ninguna falta de respeto hacia ella. Ni siquiera miradas. Debes tenerle mucho respeto. Alice es La Señora a partir de ahora, así que la tienes que respetar tanto como a mí.

Sofía caminó acercándose a mí. Yo estaba impactada, en shock. No me esperaba para nada lo que dijo. ¿Yo La Señora? ¿Por qué? ¿Por ser su supuesta hija? Me relajé pensando que, bueno, todo allí era anormal. Por lo menos no me encerraba con él.

Cuando Sofía estuvo frente a mí, se agachó hasta quedar de rodillas y bajó la cabeza.

–        Señora, ¿puede darme las sábanas para cubrirme?

Yo me sentí fatal. No podía soportar que alguien hiciera ese tipo de cosas.

–        Por supuesto. Zayn, dáselas, por favor. – Dije dirigiendo mi triste mirada a Zayn, quién me puso una insoportable cara de asco.

Le dio las sábanas a Sofía. Cuando se las puso en la mano le susurró un “te quiero” y le sonrió. Yo apreté los puños de forma automática. Se suponía que no debería importarme lo que ese idiota hiciera o dijese. Realmente me estaba planteando ir a un psicólogo cuando saliese de allí. Quizá estaba teniendo un problema de personalidad o algo así.

«SECUESTRADA & TORTURADA» © |Zayn Malik|  LIBRO #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora