Drabbles ▪︎ BrightWin ▪︎

el hombre de hielo 3/3

Meses después, Bright había vuelto a la universidad y había dejado su empleo.
Era marzo y el calor comenzaba a notarse ya que era primavera.

Win se preguntaba si todo había sucedido realmente, ya que parecía un sueño, nada había cambiado. Todo había vuelto a la normalidad.

Se despidió de los empleados, suspiro, y se dirigió a su auto, caminaba con la mirada baja, como solía hacerlo, le gustaba mirar sus pies.

—¿Por qué saliste tan tarde?—habló una voz gruesa.

Y cuando alzó la mirada y vio a Bright frente a él, su cuerpo se estremeció.

Se veía igual o hasta mucho mejor de la última vez que se vieron.

Solo pudo detener su caminar y volvió a evitar la mirada del otro.

—Cuando lo pensé detenidamente, me di cuenta que no dije lo más importante—siguió hablando e hizo el amago de acercarse.

Win logró mover sus piernas, quería irse, quería huir.

—No tengo nada que decirte—dijo.

Vio que Bright rascó su cuello, sus mejillas y orejas se pusieron rojas.

—Te amo—soltó—No, llegué a amarte.

Bajó la mirada, Win estaba sorprendido, realmente no esperaba eso, ya que Bright también había dejado de tratar de hablarle.

Volvió a girarse, quedando frente a frente, pero no dijo nada.

—Como no dije lo más importante, parecía que solo quería tu cuerpo—sus ojos volvieron a verlo fijamente—Supervisor, actúa con frialdad, pero yo sé que en el interior es cálido. Solo está tratando de protegerse.

Al notar que Win no contestaba, siguió hablando, se sentía avergonzado, pero necesitaba decir todo lo que sentía.

—Esa es la razón por la que lo amo. Me gusta ese lado cálido que tiene y el cual solo yo conozco, y la forma en la que puede ser lindo y  cálido. Es muy lindo—sus ojos eran sinceros.

Le era difícil expresarse, pero con Win se le hizo todo más fácil.
El mayor no podía hablar, estaba en una especie de shock, pero estaba seguro de que sus mejillas estaban más rojas de lo que habían estado alguna vez.

—Pensé que mis sentimientos iban a desaparecer cuando dejara el trabajo, pero lo único que puedo hacer es pensar en usted—hizo una pausa, después, dio un paso hacia adelante—Salga conmigo.

Se quedaron viendo a los ojos, ambos sonrojados, pero de los ojos de Win comenzaron a salir algunas lágrimas que después corrían apresuradas por sus mejillas como si fueran un río.

—¡¿Qué...?! ¡¿Por qué está llorando?!—se apresuró a preguntar.

¿Había hecho algo mal? No lo entendía. ¿Fue malo decir todo lo que sentía?

Y descubrió en ese momento que no le gustaba ver a Win llorar, por esa razón, no dudo en estrecharlo entre sus brazos, el mayor recargo su cabeza en el hombro de Bright, se sentía como un niño pequeño siendo tan llorón. Pero no podía evitarlo. Solo dejo que la calidez de Bright lo abrigara, se sentía cómodo. Se sentía bien.

(...)

Habían pasado otro par de meses hasta ahora.

—¿No has notado que "el hombre de hielo", ha perdido su frialdad?—hablaban unos empleados del supermercado a espaldas de Win.

—¿Frialdad?—preguntó el otro.

—Si, él... ¿No era más frío antes?

—Hmm... no estoy seguro.