Capitulo 9

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Narrador

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Narrador

Navidad, época para dar y recibir que alegra los corazones de la mayoría de las personas. Para Elizabeth, no era un día muy especial, pues estaba acostumbrada a no darle importancia a ese tipo de eventos por los recuerdos traumantes que eso le traía, sin embargo, su padre amaba esa época, por lo que cada Navidad, la mansión Grindelwald era completamente decorada.

Las vacaciones de Navidad habían llegado a Hogwarts y la gran mayoría se encontraba abordando el tren de regreso a casa. En uno de los compartimientos mas apartados, Elizabeth y sus amigos se instalaron, deseos de llegar pronto, aun cuando esas vacaciones se quedarían en la mansión Grindelwald.

–¿A tu padre no le molesta que solo tengas amigos varones?–Cuestiono Theo 

–No. Al fin y al cabo soy la ultima descendiente, en algún punto sera mi deber continuar con nuestro legado.–Respondió tranquila– A todo esto, se ven un poco nerviosos de conocer a mi padre...–dijo mirando los rostros pálidos de sus amigos.

–Si, bueno, no todos los días conoces al Señor de la Muerte y menos vas a presentarte como uno de los guardianes de su hija–Comento Alessandro sarcásticamente.

Guardián, así se le denominaba al grupo de mas confianza de su padre. Cuando inició la guerra contra Voldemort, Gellert Grindelwald se vio en la necesidad de desconfiar incluso de sus seguidores, teniendo confianza a solo ciertas personas, las cuales obtuvieron una marca distintiva. Todos sus seguidores, sin excepción, portaban la marca de 5 centímetros de las reliquias de la muerte en el hombro derecho, pero a los que fueron de su expresa confianza, les dio la misma marca con la excepción de que esta estaba rodeada de una corona de espinas. A estas personas las denomino guardianes y según su padre, era hora de que ella también tuviera los suyos, por lo que cuando le envió una carta informándole sobre ello, supo de inmediato que serian Theo y Alessandro.

Cuando el viaje termino, al salir del tren se topo vagamente con Lily, con quien prometió enviarse cartas para después partir con sus amigos hasta una de las partes oscuras de la plataforma y tomándolo de las manos, cerciorándose de que nadie los veía, los apareció en la mansión Grindelwald.

–No se puede hacer magia fuera de Hogwarts, cielo–Dijo Alessandro aun sorprendido de las habilidades mágicas de su amiga.

–Mi varita no es de Ollivander's, es del callejón Knockturn por lo que el ministerio no la detecta, ya si preguntan como se aparecerme...

–No quiero saber, me imagino porque.–Interrumpió Theo recordando como les había contado sobre sus estrictas clases con Bellatrix Lestrange.

–Vamos, los llevare con mi padre.

–¿Llevaremos la misma marca que sus guardianes?–Pregunto Theo

–No. Yo debo hacer su marca pero se supone que mi magia elegirá lo que sera, así que pido disculpas de antemano.

Grindelwald's DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora