Capítulo 30

5.3K 729 358
                                    




En aquél cuarto sólo se escuchaban gemidos de placer de amabas partes.

Sus respiraciones estaban completamente sincronizadas al movimiento de las caderas del omega contra las certeras penetraciones del alfa.

La hermosa sonrisa  de satisfacción de Zhan volvía loco a Yibo, haciendo que sus manos se aferren más a ese cuerpo. Precisamente al par de perfectos glúteos, que a cualquiera volvería loco con sólo míralos.

-Ahí Yibo... por favor no pares... ahhh... -jadeaba el omega, al sentir cómo el alfa, estimulaba con la punta de su miembro, ese punto dulce en su interior.

-Ah... gege... mmm. No creo poder aguantar mucho... se siente tan bien -gruñó el menor mientras mordía levemente los pezones maltratados del mayor-. Tan suave y caliente -agregó, aumentando considerablemente el ritmo de sus embestidas, provocando espasmos en el cuerpo contrario.

El mayor arqueó su espalda mientras liberaba su semilla en el vientre de ambos, aún sintiendo los movimientos precisos en su interior.

-Sácalo Yibo, por favor... -suplicaba entre gemidos.

Aún en la misma posición, Zhan colocó el miembro del menor entre sus nalgas, justo en la ranura que separaba ambas porciones de carne.

Aunque la sensación de estar dentro del omega no se comparaba con estar frotando esa parte de su cuerpo, la fricción y la excitación previa hacían al alfa gruñir al ritmo de las embestidas.

Zhan lamía, chupaba y mordía el cuello de Yibo, saboreando cada gota de sudor mezclada con el aroma a sándalo que el cuerpo del menor liberaba.

Un gruñido gutural y las grandes manos del alfa aferrándose con más fuerza a las caderas del omega, eran indicios que estaba llegando a su climax.

Al poco tiempo, ambos cuerpos entrelazados caían en la cama, devorándose los labios, pegados y sudados debido a la reciente actividad.

-¿Te sientes bien? -el menor susurraba cerca de los labios del mayor.

-Me siento feliz... gracias, Wang Yibo... -el omega sonreía, mientras quitaba los mechones húmedos de cabello, adheridos en la frente de su alfa.

-¿Se puede saber por qué?... -pregunta, besando la mano que estaba sobre su rostro.

-Por aparecer en mi vida... por perdonarme aún cuando actuo cómo un idiota -sus ojos se volvieron acuosos-. Porque a pesar de todo... sigues aquí, conmigo... -beso sus labios nuevamente.

-Gege... yo te amo. Me enamoré de tí como si fuera un niño que se aferra a un juguete nuevo. No quiero dejarte ir -lo atrajo más a su cuerpo-. Quiero que seas sólo mío... permíteme ser parte de tú vida.

-Ya lo eres... y con el tiempo, yo también me fuí enamorado de tí -acarició su cabello-. Pero mi situación no me permitía acercarme.

El alfa se sorprendió ante tales palabras, arrastró el cuerpo del omega, lo recostó sobre la cama y se colocó encima de él.

-¡Repítelo! -su mirada estaba fija en los ojos del mayor.

-...Mi situación matrimonial no me... -fue interrumpido por el alfa.

-¡Eso no!... repite lo que sientes por mí... -su corazón rebozaba de felicidad.

-Yo estoy enamorado de tí... -sonrió y besó sus labios-. Yo te amo Yibo-. Viendo la alegría del menor reflejada en su rostro.

-Te amo gege y no sabes lo feliz que me hace escucharlo de tus labios -cambió su semblante a uno más serio-. Quiero luchar por tí, por mí, por nosotros. Hablaré con Darren, daré la cara por nuestra relación, él tiene que entender que ya no forma parte de tu vida, aunque sea el padre de tus hijos.

Si decido dejarte [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora