Capítulo 3

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A veces me siento tan sólo que si no fuera por mis hijos creo que no tendría razón alguna para seguir en este mundo.

Capaz les suene muy dramático, pero es lo que mi mente me recuerda cada vez que me siento mal y no tengo a nadie que me consuele, un amigo o familiar que me aconseje o que simplemente me preste su oído como yo lo hago o lo haría por cualquiera.

Lo único que recibo siempre es "Xiao Zhan no se de qué te quejas, tienes una hermosa familia, hijos sanos y un marido guapo que te mantiene"

Suspiro y me resigno a contestar con falsedad que nadie nota: "gracias por tu consejo la verdad me fue de mucha ayuda", mientras por dentro... me maldigo por abrir en vano mi gran boca.

Siento que escuchar esa frase reiteradas veces me hacen sentir peor.

¿Por qué se encasillan en pleno siglo XXI que un omega se tiene que conformar con quedarse en casa cuidando de sus hijos, lavando, planchando o preparando la comida?

Debo aceptar que yo también lo creí al principio, cuando acepté casarme por amor a Derren  y compromiso hacia mi prematuro embarazo luego de aquél inesperado celo.

Cuestionándome todo el tiempo qué hubiese pasado si esa noche no tendría como resultado ese embarazo.

Pero nunca me cansaré de repetir que mi amado A-Ling jamás fue un error.

Podría haber conseguido un trabajo estable, mantenerme por mi cuenta y ser un omega diferente a los que todos piensan.

Pero... ¿Para qué llorar sobre la leche derramada? Al final de cuentas no puedo retroceder en el tiempo y cambiar el pasado por un futuro incierto.

Mi vida se volvió infeliz lenta y silenciosamente, entre esas cuatro paredes a la que llamo hogar.

A todos les muestro mi hermosa sonrisa de conejo... pero por dentro estoy agonizando lentamente.

Ahora, estoy escuchando en mi iPad esas canciones que te destrozan el corazón y veo cómo mis lágrimas van cayendo y se reflejan en los grandes ventanales de la sala mientras los limpio.

Una de esas tantas canciones logra darme en algún punto débil y llegan a mi mente recuerdos de los primeros años, antes de la llegada de mi pequeño A-Yuan, dónde aún veía ese brillo en la mirada de Darren al mirarme o cuando hacíamos el amor todas la noche hasta saciarnos y amanecimos desnudos, pegados el uno al otro, entre besos y caricias que siempre terminaban en una ronda más.

Ahora son tan solo eso... recuerdos.

Nuestros días se volvieron rutinarios, ya no hay tiempo para esas cosas.

Llega a casa cansado de la oficina y tengo que agradecer cuando es de buen humor.

Me conformo con que le gusten mis platillos, los cuáles preparo con mucho esfuerzo y cariño para él y los niños.

También con un simple beso de despedida antes que se vaya a trabajar o el de buenas noches cuando llega tarde de la empresa.

Se preguntarán si me ha estado engañando, realmente no lo sé...

Yo también me hice esa pregunta revisando sus prendas, oliendo su piel y observando minuciosamente si lleva alguna marca extraña en su cuerpo.

Jamás encontré algún indicio.

Con el avance tecnológico y las diferentes redes sociales al alcance de tu mano, tiene miles de opciones y oportunidades para hacerlo.

La presión de la sociedad y de su familia también juegan un papel en mi contra.

Si decido dejarte [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora