𝐺𝑖𝑟𝑎𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜𝑠 𝑅𝑜𝑡𝑜 ©

14 | Decisiones

|Sin editar|

El ambiente era muy pesado y sofocante. Tras la presentación de las gemelas, muchas preguntas empezaron a nublar la mente de toda la segunda generación. Preguntas como;

¿Por qué peleaban?

¿Por qué la familia Weasley se notaba dividida?

Jason se había puesto de pie, y caminó hacia Jean, quien era abrazada por Scorpius, quien le susurraba palabras de consuelo mientras la arrullaba. De todas las hijas de su tía Hermione, Narcissa era la más unida a ella. Y además, de que fue quien presenció el día en que su madre fue secuestrada por Ronald Weasley.

— Cissy. — le llamó en un tono cariñoso.

Jason sentía un gran afecto con todos sus primos, principalmente con las hermanas de su novia, a las cuales cuidó como si fueran las suyas hasta que su querida hermanita nació.

— Cissy, tranquila. — estiró su mano acariciando los rubios cabellos de la chica. — No les tomes valor a sus palabras, no les des el placer de verte perturbada.

— Pero ellas... — entre sollozos habló, pero fue interrumpida por el mayor.

— Si, se que duele. — sonrió, dándole a su pequeña cuñada una pequeña sonrisa llena de melancolía. — Te entiendo y solo sabes.

La rubia mordió su labio inferior. Desde aquel día, toda su familia se había unido, haciendo que los lazos entre los Nott's y los Malfoy's se hiciera más fuertes, por que ambas familias sufrían el mismo dolor. Ambas familias perdieron a una esposa y compañera; unas jefas de familia amorosas con sus parejas e hijos. Y los hijos, perdieron a sus madres; sus amigas y consejeras.

— ¿verdad que cambiaremos el futuro? — preguntó en susurro lleno de ruego. — ¿verdad que evitaremos sus muertes?

Los ojos miel de Jean brillaban a causa de sus lágrimas que aún se derramaban. Sus hermanos, que estaban a su lado miraron a Jason con la esperanza brillando en sus ojos. Una esperanza que sus propios hermanos albergaban.

— Eso queremos, pero tienes que recordar, Jean, las alteraciones al pasado pueden distorsionar nuestro futuro. — la miró, pero era algo que le decía a todos. — No sabemos si a consecuencia de esos cambios serán beneficiosos, o perjudiciales.

— Pero... — Jean miró a Jason con duda, mordió su labio inferior antes de continuar con su diálogo. — Podemos intentarlo, podemos tratar de modificar nuestro futuro sin alterar en gran escala el pasado.

— Si, pero eso significa el no evitar algunas muertes en la próxima guerra. — Jason pasó su lengua por sus labios resecos. — Hay cosas que deben ocurrir para que el futuro no sufra de grandes repercusiones, que puedan causar un distorsión en la barrera de espacio tiempo, que pueda conllevar a una modificación total de cada suceso futuro.

— Eso quiere decir que...

— Si, es posible que ellos tengan que morir como debe ser.

Al escuchar aquello, el semblante de los viajeros se oscureció. Ellos tenían la ilusión de que aquellos que perecieron en ma segunda guerra mágica, podrían tener una vida en el futuro, pero tal parece, que eso no podría ser posible.

— ¿Los chicos lo saben? — cuestionó Albus.

— Si, todos somos conscientes de ello. — miró al chico. — Hemos analizado cada ruta que podríamos tomar, y así poder hacer la elección correcta. — Jason regresó su mirada a Jean. — No se preocupen, dejen esto a nosotros los mayores. — sonrió con cariño a sus cuñados. — Nosotros nos encargaremos y tomaremos la decisión correcta.

Jason sonrió una última vez y se dio la media vuelta dispuesto a sentarse junto a sus amigos, pero sintió una pesada mirada en su espalda. Sabia de quien se trataba. Jason suspiró. Estaba cansado, por años intentó tener una relación con él, pero se dejó influenciar demasiado por ese hombre, que Jason mejor se rindió.

Después de todo, no tenía caso tratar de formar un lazo con una persona a que solo profesa un odio inculcado hacia su familia, y además, de que dañó a sus hermanos, no solo física, si no que mentalmente.

Eso era algo que jamás le iba a perdonar. Aunque él fuera su hermano.

— ¿todo bien? — preguntó Venus preocupada.

Jason le sonrió mientras le daba un beso en la frente.

— Ya he hablado con ellos.

— Teddy aún no sabe que hacer, por eso les dijo eso a sus padres. — comentó en un murmullo para evitar ser escuchada por oídos curiosos.

Jason dio un largo y pesado suspiro.

— Teddy por más que le gustaría tener a sus padres, lo que más desea es evitar la muerte de tía Hermione y mi madre. — bajó la cabeza apenado.

Venus miró a su novio, ambos habían estado para el otro cuando sucedió. Después de todo, ambos, en su momento atravesaron por el mismo dolor. Ambos sufrían la perdia su persona más importante.

— Lo se, y Afro está a su lado para ayudarlo cuando él lo necesite.

Las penas causadas por la perdida pueden unificar lazos o destruirlos. Pero eso no es solo de aquello, si no que depende de uno mismo. Nosotros somos quienes tenemos las riendas de nuestra vida, somos quienes decidimos si hundirnos en un camino de amargura y odio, o elegimos salir adelante, aceptando el dolor de las perdidas y vivir con las heridas dejadas y sanarlas con el pasar del tiempo. Pero eso ya depende de uno mismo como individuo. Pero siempre es bueno contar con el apoyo de las personas que nos rodean, para ayudarnos a sobrellevar la situación, pero no todos pueden, algunos en vez de ayudar, te guiarán al camino oscuro de la autodestrucción.

Es algo que había sucedido con la familia Weasley después de la muerte de Fred Weasley. Sus corazones se llenaron de odio hacia todos los relacionados de forma directa o no con la muerte del gemelo. Eso fue el principio de todo.

Y sabían que para que todo tomara otro rumbo, el que Fred Weasley viviera o no el punto clave. Pero no sabían si eso ocasionaría que muchos de ellos no nacieran, y las familias formadas nunca existan.

Habían muchas cosas que debían pensar, por que cualquier decisión que tomen tendrá su consecuencia. Ya sea beneficiosa o no.

Todo se basa en decisiones, las cuales se deben tomar con sabiduría.