𝐺𝑖𝑟𝑎𝑡𝑖𝑒𝑚𝑝𝑜𝑠 𝑅𝑜𝑡𝑜 ©

19 | Una mitad pérdida

|ˢⁱⁿ ᵉᵈⁱᵗᵃʳ|

¿Me extrañaron?

Era una nueva mañana, pero no era muy alegre que digamos. En las Torres de cada casa se respiraba un ambiente pesado, y habían algunos que definitivamente no habían dormido, y las bolsas y ojeras bajo sus ojos eran la prueba.

En la torre de Slytherin, en la enorme sala se encontraban un rubio, un moreno y un pelinegro, quienes miraban la nada misma. Cada uno sumergido en sus pensamientos; sus mentes siendo inundadas por su futuro por venir.

— ¿Como se sienten? — una voz femenina inundó el lugar, haciendo que los tres chicos notaran como las dos hermanas estaban ya enfundadas en sus uniformes.

— La verdad me siento como si un hipogrifo hubiera pasado sobre mi. — trató de bromear Blaise mientras dejaba caer su cabeza en el respaldo del enorme sofá de cuero en el que estaba.

— No solo las cosas que sabemos del futuro me tienen así, si no las cosas que estamos viviendo en estos momentos, en nuestro presente. — dijo Draco.

— Le pregunté a Jason y a los gemelos sobre lo que pasará en la guerra, pero ellos solo me dijeron que las cosas deben fluir a como deben. — comentó Theo mientras suspiraba, pero sus palabras fueron suficientes para dar a entender algo.

Debían convertirse en mortifagos, lo quieran o no.

Aquello los hizo deprimirse, por que sabían e intuían que aquello era una de las cosas por la que había tanta discordia con la generación futura, tal vez no la principal, pero si una de las importantes.

— No tengo esperanza de tener hijos. — dijo Astoria mientras miraba por la ventana, como los primeros rayos del sol daban su saludo.

Su hermana frunció el ceño ante lo dicho por la menor.

— ¿Por qué dices eso Tori?

Los chicos miraron a la chica con curiosidad. Pero sentía celos, y no eran a causa de algún sentimiento romántico, no, estos eran causados por sus pensamientos fraternales que sentían hacia la chica.

Astoria solo los miró y sonrió, mientras negaba con su cabeza lentamente tratando de restarle importancia al asunto.

— No me hagan caso, mejor apúrense que hoy continuarán con las presentaciones. — con eso dicho ella solo salió de la sala, dejando a sus amigos y hermana confundidos.

Después de todo, ella jamás le contó de sus sentimientos por uno de los gemelos. Después de todo, era un amor no correspondido, él sola la veía como una amiga, una con la cual podía hablar con libertad, con quien podía contar cosas de su hermano sin temor que este después se enterara y lo asesinara.

Además...

— A él le gusta alguien más. — murmuró con tristeza mientras una rebelde lagrima se derramaba.

...

Todos habían comenzado a llegar al G.C. a la espera de lo que se revelaría.

— Primero tomaremos el desayuno y después continuaremos con las presentaciones. — dijo el director mientras hacía aparecer el desayuno frente a cada alumno.