07.

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La albina entró al gimnasio a tropezones, en sus brazos se encontraban las botellas llenas del equipo de voleibol, las soltó en la primera banca que vio y estas hicieron un ruido estrepitoso que resonó un poco más fuerte que los balones y rechinidos de los zapatos. Se desplomó en la banca sin tomarle importancia a las botellas tiradas.

Tomó la cinta roja que envolvía su mano y amarró su cabello con ella. El cuerpo le dolía a horrores, Bokuto la había obligado a practicar con él como recompensa de ser una "traidora" y la verdad era, no podía ni moverse.

—Parece que alguien no amaneció de humor. —Yukie se acercó hasta su amiga para poder recoger a las botellas a su alrededor, la albina gruñó en respuesta y siguió concentrada en los juegos frente a ella. —Bokuto se excedió mucho anoche, ¿no es así? —Uso un tono picarón para seguir burlándose de ella. Volvió a gruñir.

—Nunca cambies, ¿eh? —Golpeó en el hombro a la castaña. —Los que juegan contra Nekoma, ¿se llaman Karasuno, no? —Señaló a la cancha donde jugaban ambos equipos de una manera algo perezosa.

—¿Uhm? Creo que sí. ¿Ese no es el chico que dijo ser tu soulmate ayer? —En la voz de la manager era palpable la curiosidad mientras veía el líbero detener los ataques del equipo de los gatos. —Se podría decir que casi es tan buen líbero como tú. —Observó contenta.

—El rubio de lentes y el ruso son muy altos, ¿no lo crees? —Por su parte, la albina había ignorado completamente el comentario anterior de su amiga, desde el día de ayer su curiosidad había despertado por aquel rubio, su manera de jugar era tan perezosa que hasta ella misma se preguntaban el porqué estaba jugando.

—¡No es que ellos sean altos, tú eres muy bajita [...]-chan! —Bokuto llegó de la nada aprovechando el descanso y se colgó del cuello de la muchacha, no era un misterio para nadie que Kōtarō solía meterse con la estatura de su amiga por medir 1.56.

Al mandíbula de nuestra protagonista se tensó, lo que más odiaba en el mundo era que le recordaran su baja estatura, quitó el brazo de su cuello con agresividad y lo pateo en el estomago, el capitán de Fukurōdani jadeó de dolor, todo el equipo miraba la escena algo divertido.

—¿Quieres morir? ¡Deja de burlarte de mi estatura! ¡Tú ni eres tan alto! —Aprovechó que el búho se encontraba en el suelo y empezó a golpearlo con dureza.

—¡Basta [...]-chan! Debo seguir jugando. —El pobre chico lloriqueaba mientras era brutalmente golpeado.

La más baja suspiró fuertemente y dejó de golpear al chico, caminó hasta la salida con el ceño fruncido, necesitaba aire, de un momento a todo se sentía asfixiada, eso y agregando el picor que empezaba a sentir en sus manos, el dolor se volvia intenso cada vez, era como si...

Rematara.

Por casualidad miró otra vez al rubio de Karasuno, una corriente eléctrica más intensa que la anterior recorrió su cuerpo haciéndola gemir de dolor pero su expresión cambio segundos después al notar al chico tocando detrás de su nuca, en la misma área que ella había sentido la corriente eléctrica.

Ladeo la cabeza con una idea en mente, aprovechando que nadie veía cerró su puño y lo acercó a su cara un poco temerosa.

—Si tú eres mi soulmate, perdóname por esto. —Cerró sus ojos fuertemente a la vez que acercó su puño a su cara y se golpeo su mejilla haciendo un sonido seco que llamó la atención seguido de un jadeo de dolor de parte del de lentes.

Todo el gimnasio quedó en silencio al notar a los dos chicos con sus mejillas algo rojas.

—Tsukki, ¿estás bien? —La pregunta de Yagamachi sorprendió a la albina.

Al ver como el rubio se quejaba en voz baja mientras sostenía su mejilla se lo había confirmado, él era su soulmate.

Con su boca ligeramente abierta se acercó a "Tsukki" quien solo podía mirar horrizado la mejilla roja de la líbero, Tadashi por su parte, no entendía nada, solo miraba como [...] se acercaba con la mejilla igual de roja que su amigo.

—Tú. —Señaló al rubio acusatoriamente para después sonreír. —¿E-eres mi soulmate? —La felicidad era palpable en su rostro, había esperado este momento por mucho tiempo.

Pero la realidad atacó abruptamente, Tsukishima golpeó la mano de ella para que dejara de señalarlo, la de ojos miel parpadeo sorprendida.

—Pierdes tu tiempo, no creo en los soulmate. —Con esa respuesta tan tajante se alejó mientras sobaba su mejilla lastimada.

—¡Espera! ¿D-de qué hablas?

[...] estaba totalmente perpleja y algo decepcionada, había soñado con conocer a su alma gemela desde siempre, pero lo menos que se esperaba era una respuesta tan seca como esa y mucho menos que se fuera y la dejaran con la palabra en la boca. Volvió a Yamaguchi y este se disculpo repetidas veces con ella, la muchacha rodó los ojos.

—Tsukki nunca ha creído en los soulmate, piensa que son una pérdida de tiempo. —El pecoso hablaba tan bajo que la de ojos miel tuve que acercarse para poder escucharlo mejor, pero esto solo intimido a Tadashi.

—No entiendo cual es su problema. —Suspiró con fastidio y volvió nuevamente hacia el pecoso. —¿Cuál es tu nombre?

—Yamaguchi T-tadashi. —El miró hacia otra dirección sonrojado al ver la cercanía de la chica, esta sonrió enternecida, tenía unas inmensas ganas de apretar la mejilla de él.

—Tada-kun, ¿podrías responderme algunas preguntas de tu amigo, por favor? —Rogó mientras tomaba el brazo del chico.

En estos momentos el rostro de Yamaguchi estaba igual de rojo que un tomate.

—¡T-te ayudaré! 

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¡HEY, HEY, HEY! 

¿Quién pesó que Tsukishima se enamoraría de ella al verla? 

Así no hay chiste y terminaría muy rápido:(

Estoy haciendo la historia de Bokuto y Kuroo que pronto las subiré. 


Pathetic. [Tsukishima Kei]. [Soulmates].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora