—Que todos se mantengan en sus hogares. —ordenó— Cierren las puertas. Los invitados deben ir a sus habitaciones.
Los guardias asintieron, corriendo para ejecutar las órdenes de la reina.
Elsa se había mantenido en silencio detrás de Anna, solo esperando el momento correcto para hablar con ella, pero parecía que no lo lograría en al menos unas horas. Anna daba ordenes a diferentes guardias e incluso a la servidumbre, todos corriendo para hacer sus distintas tareas encargadas.
Hasta que no hubo nadie más que las hermanas y el teniente Mattias, fue entonces cuando Anna le prestó atención a la peliblanca detrás de ella.
—Debería ver cómo están los invitados. —susurró el quinto espíritu, dando media vuelva para irse por el pasillo.
—Espera. —la platino no planeaba detenerse, pero un agarre firme en su muñeca no le dejó más opción— Ve a mi habitación.
—¿Q-qué?
—No terminamos de hablar.
—N-no creo que sea el m-momento. —tartamudeo, pasando saliva con dificultad.
—Lo resolveremos, solo... —la reina se detuvo en seco, su respiración comenzó a ser agitada mirando a su alrededor como si buscara a alguien.
—¿Majestad? —preguntó Mattias con preocupación.
—¿Dónde está Kristoff? ¿Alguien lo ha visto? ¿¡Dónde está!?
Elsa dio un paso atrás en cuanto la reina subió su tono, al mismo tiempo haciendo más fuerte su agarre, lastimando a la delicada princesa.
—Lo buscaré. —habló la ojizarca, logrando liberarse del firme agarre de la reina— Yo iré.
—No. —contestó con firmeza.
—Anna...
—No, Elsa.
—Pero...
—¡Si algo te sucede...!
—No puedo morir, Anna. ¿Recuerdas?
—Eso no cambia nada.
El ceño de la menor se frunció, estando en completo desacuerdo, aunque Elsa tenía razón: Ella no podía morir, en cambio Kristoff por supuesto que podía.
—Volveré en seguida. —afirmó, intentando soltarse del agarre que, de nuevo, la reina había ejercido.
—Sé cuidadosa, ¿de acuerdo?
—De acuerdo.
Anna la dejó libre, en seguida, Elsa corrió por los pasillos hasta la puerta trasera del castillo, llamando a Nook para recorrer más rápido el reino en busca del rey.
Elsa siempre había creído que Kristoff podría llegar a ser un excelente rey. Conocía perfectamente el reino, era responsable y sobretodo confiaba en él. Dejando de lado los sentimientos que ambos tenían hacia la pelirroja, él era un gran chico y Elsa jamás podría negar algo como eso.
Definitivamente, ahora su comportamiento estaba siendo irresponsable e infantil. Aunque la princesa no conocía las razones de su molestia, sabía que debió ser algo realmente grave como para no permanecer a lado de Anna durante aquella importante fiesta de unión que al final no salió del todo bien.
—¡Kristoff! —llamó la albina, mirando en toda dirección. Si algo sabía Elsa, era que él nunca dejaría completamente sola a Anna, así que no estaba muy lejos del castillo por si su esposa llegaba a necesitar algo— ¡Kristoff... Anna te necesita!
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𝑭𝒐𝒓 𝑻𝒉𝒆 𝑾𝒉𝒐𝒍𝒆 𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒊𝒕𝒚 ❥ 𝐸𝑙𝑠𝑎𝑛𝑛𝑎.
Fanfic¿Qué nuevo reto superará Elsa luego de volverse el quinto espíritu? De hecho, no será nada nuevo. Elsa se enfrentará a los sentimientos que lleva tiempo evadiendo y que debe ocultar más que nunca luego del nuevo compromiso de su amada hermana. Todo...