Capitulo seis: Tratando de sobrevivir

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Pensaba que si encontraríamos tierra tendríamos una preocupación menos, y que tal vez las cosas fluirían más, pero me siento igual de preocupada, ¿Qué pasará con nosotros ahora?, no sé si me estoy preocupando demasiado, pero ¡Cómo no preocuparse!, ¡Estamos en un isla que ni siquiera conocemos!, ¡En otro continente!, ¡Muy lejos de nuestro país!, ¡Y sin ningún medio de comunicación!, ¡Nada de esto es poco! Tantas cosas preocupantes, y se suma una más: Ágate, ¿Cuándo piensas parar?

– ¡Otra vez brillando esa cosa!, ¿Por qué no lo paras?, – Dice Tons desesperado.

– ¡Créeme que si tuviera la mínima idea lo hubiese hecho hace rato!

– ¿Te digo algo?, creo que el muerto que esta allá adentro atrapado debe estar furioso – Lo miro diciendo: ¿Enserio? – Digo, es que has sido tan grosera que ni le has prestado tu cobija para secarse después de tremenda empapada que se dió, ¡O tal vez tiene hambre!

– ¡No hay ningún muerto atrapado!

– ¿Cómo estas tan segura?

– Pues – Me quedo pensativa – ¡Porqué si!

– Esa no es una respuesta.

– ¡Ay que irritable eres!, ¡La verdad, no sé cómo Shine te soporta!

– Eso mismo me he preguntado sobre Albert – Dice serio mientras rueda los ojos.

Dejo de escuchar sus babosadas por un instante mientras pienso que es lo que está pasando con esta pulsera, ¿Por qué ha brillado tanto?, ¿A caso quiere decirme algo? Por lo que veo, los seres humanos somos tan inconformes, antes quería quitarme la pulsera porque sentía que no hacía nada en mi muñeca, y ahora que brilla (cosa que no se si es una advertencia o una señal) también me la quiero quitar. En conclusión, ¿Quién nos entiende?, pensaba que había madurado, pero ya me doy cuenta de que por más maduros que creamos ser, siempre habrá en nuestro interior un pedacito que ha faltado por eso.

– ¡No me cabe duda de que esto es un completo desastre! – Tons se queja – ¡Míranos!, ¿Dónde dormiremos?, ¿Qué comeremos?, y cuando nos de sed ¿Tendremos que beber agua del mar?, ¡Sabes cuantos animales marinos hacen sus necesidades en esas aguas! – Me mira con tanta inquietud que puedo jurar que no está nada bien – ¡Maitreyi, de verdad que estoy estresado!

– ¿Cómo sabes mi nombre? – Le pregunto asombrada.

– ¡Siempre lo he sabido!, ¿Qué?, ¿A caso crees que porque no estamos en el mismo salón no me lo iba a saber?

– Pues eso pensé, ¿Cómo no pensarlo?, creía que ni sabias de mi existencia.

– Aunque no lo creas, sí, mis amigos no paraban de mencionarte, decían que tienes un bonito trasero.

*Narrado por Tons*

Siempre he sabido de tu existencia, pero no por mis amigos. Aunque ellos te mencionaban, y no paraban de mencionar tu trasero, pero te conozco desde que entraste al colegio, te investigué, tenía que saber de dónde venías, si soy el "Rey del colegio" esa información tenía que saberla sí o sí. Vi algo diferente en ti, tenía buenas intenciones, pero todo mi interés se esfumo cuando ese "negro" terminó de arruinar mi vida. Y de ahí empecé a ser un puto racista, y créeme, no ibas a ser la excepción.

*Narrado por Maitreyi*

– ¡Wao!, que grosero de tu parte decir lo que hablan tus amigos de mí, creo que no había necesidad.

– Eso no es ser grosero, es ser realista, ¡Es verdad, tienes un lindo trasero, no lo niego!, aunque si te vistes mejor se notara más de lo que se ve.

En las sombras del racismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora