Capitulo diez y seis: ¿Quiero o no la paz?

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Aunque Ashima ya me ha explicado todo, sigo sin entender porque permitieron que Tons me salvara ese día, ¿A caso es una prueba?, ¿Y si todo esto solo fue un engaño para ver qué decisión tomar? Lo que si deseo que me expliquen es cuál es el trauma que tiene Tons, ¿Sera cierto que tiene un trauma?, tendré que preguntarle a el mismo si deseo salir de dudas, no puede ser que me esté ocultando cosas. Por lo que puedo observar eres misterioso Tons, te apodaré chico misterio, es lo mínimo que puedo hacer.

– Ashima gracias por confiar en mí, sé que tu al igual que todos mis ancestros han puesto la fe en mí y en la decisión que tomaré, pero ¿Si quiero la paz entre las dos culturas con quien tengo que hablar?, ¿Qué tengo que hacer?, ¿Cuál es el o la elegida de los blancos para derrotarnos a nosotros?

– Eso te tocará averiguarlo Maitreyi, lo único que te puedo decir es que nunca ha estado tan lejos de ti.

Ashima desapareció, y con ella las luces azules que me guiaron hasta aquí, me encontraba completamente sola en la cueva y lo peor es que estaba tan oscura que no podía verme a mí misma, suerte que tenía la linterna para alumbrar y así de paso salir. Mientras caminaba escuchaba a Tons gritar, desde afuera su voz desesperada se oía en el interior de la cueva, me acercaba a la salida, pero unas ramas la tapaban impidiendo asimismo que pudiera salir de allí fácilmente.

– ¡Mai, estoy aquí! – Grita Tons.

Alumbro a todas partes para ver si tengo rastros de Tons, solo escucho su voz, pero no puedo verlo, todo está muy oscuro, y la linterna no ayuda mucho encendiéndose y apagándose a cada instante.

– ¡Tons!, ¿Dónde estás?

– ¡Estoy aquí donde dejamos la cobija y todas nuestras pertenencias! – Grita desesperado.

– ¡Espérame ahí, no te muevas!

Corría para llegar más rápido, estar sola caminando por este bosque tan espantoso me dio mucho miedo, y no sé si me imagino cosas, pero siento que alguien me persigue.

– ¡Mai! – Tons corre y me abraza – ¡No sabes cuanta falta me hacías!, ¿Dónde estabas?

– ¡No sé que pasó!, ¡De repente sentí que alguien me empujó y caí dentro de una cueva! – Le explico desesperada.

– ¿Y dónde estaba esa cueva?, porque estábamos alumbrando todo el bosque y no la llegamos a ver.

– Tons, no estamos aquí por casualidad – Le digo seriamente.

– ¿Qué dices Mai? – Me pregunta con una sonrisa burlona, pero al notar que estoy seria esa sonrisa desaparece.

– Mira es difícil de explicar, pero ¿Te acuerdas de la voz que nos guío hasta el interior del bosque?

– ¡Claro, como no acordarme!

– Bien, resulta que cuando me encontraba en la cueva esa voz se convirtió en una mujer – Tons alza una ceja – Y ella me dijo que no estamos aquí por casualidad, que todo fue obra del destino y de mis ancestros, también me dijo que tienes un trauma que no has superado y que todo lo que me dijiste puede que no sea verdad.

– A ver, – Tons respira hondo – ¿Lo que me quieres decir es que todo esto fue un plan de los muertitos de tu pulsera?

– ¡Tons por favor!, ¡No me esquives el tema!, ¿Me puedes explicar cuál es el trauma que tienes si eres tan amable?

–  Tons se sienta en la cobija – ¿Por qué quieres hablar del tema?

Veo que Tons se siente incómodo, por eso me está evadiendo, y por lo que veo Ashima tiene razón, si "El chico misterio" se está comportando de esta manera es porque algo esconde. Lo observo fijamente y puedo notar que se está agarrando el diente de león que tiene su collar, así que me acerco más a él.

En las sombras del racismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora