Capitulo Diez: Los mensajes

45 6 0
                                    


Veía que Maitreyi roncaba como cosa loca y que tenía su pierna izquierda encima de mi pie derecho, se veía tan tierna durmiendo que temía en despertarla. Estaba tan asustado, no podía creer que el sueño había vuelto a adueñarse de mi mente, y es como si lo volviera a vivir en carne propia. Necesitaba refrescarme la cara, así que corrí a la playa para humedecerla, lo bueno de todo es que está a un paso de mí. Me lanzo a las aguas del océano, pero no fue suficiente para dejar el estrés a un lado y sacar de mi memoria ese sueño que ha vuelto a atormentarme, observo que Maitreyi se ha despertado, estaba sentada en la cobija mirándome con cara de asombro, parece que no me sintió acostado en la cobija y se despertó.

– ¡Hey chica problemas!, ¿Te apetece meterte al agua? – Le grito.

– ¡Estas volviéndote loco!, ¡Esas aguas deben estar heladas! además mira la hora, ¿No pretendes dormir?

– Se me espantó el sueño, y también tenía calor, así que decidí entrarme. Y no, no está helada.

*Narrado por Maitreyi*

Tons está saliendo del agua, mientras lo hacía peinaba su cabello completamente mojado y sus abdominales se notaban más marcados. Me desperté porque me espanté cuando sentí que él no estaba en la cobija, estaba pensando lo peor, pero por suerte no pasó nada.

– Entonces, ¿Te quedarás despierto toda la noche o que harás?

– Estoy indeciso ¿Sabes?, porque me preocupa que no puedas dormir si no estoy a tu lado Maitreyi Laghari – Responde con una sonrisa pícara.

– ¡Ay por Dios! – Exclamo – ¿Y ahora que es lo que te crees?, ¿A caso piensas que no puedo vivir sin tu presencia? – Tons ríe 

– ¿Qué pasó chica problemas?, ¿Dejaste tu sentido del humor en la cobija? – Sigue riendo – ¡Ya relájate, solo bromeaba!

– ¡No estoy para bromas! – Arrugo la nariz – me voy a dormir, ¡Y no te me acerques, no quiero que me mojes!, – Digo mientras me acuesto en la cobija.

– Bien, como quieras, pero tendrás que hacerte a un lado si no quieres que te moje, y a eso me refiero dormir en la arena.

– ¡Es mi cobija!, ¿Cómo crees que dormiré en la arena?

– Bueno, pues tendrás que aguantarte porque sabes que estamos muy pegados, así que quieras o no terminarás mojada.

– Bien sabelotodo - volteo los ojos y le doy la espalda.

*Narrado por Tons*

¡Como te duermes de rápido!, quisiera ser como tú en ese aspecto. Espero poder dormirme sin dar tantas vueltas, así tendré más ánimo en la mañana para darle otro tour a esta isla, lo malo es que tu cabello lo impide chica problemas, es tan largo que cuando la brisa lo sacude me arropa la cara, y sin dejar atrás su textura y ese negro azabache que lo caracteriza.

*5 horas después*

*Narrado por Maitreyi*

Ya había amanecido, escuchaba las olas y el sol alumbrada mi cara, la suerte fue que Tons y yo escogimos un buen lugar para hospedarnos por así decirlo, y fue debajo de una palmera, que aparte de darnos unos cocos ( Que todavía no estaban listos para ingerir ) también nos da una cálida sombra que nos arropaba del sol, ¡Y bastante ardiente estaba! – Termino de abrir mis ojos –  ¡Pero qué demonios!, ¿Por qué estoy abrazada a Tons?, no, no puede ser que – Miro mis piernas, veo que tengo los jeans puestos.

– Buenos días dormilona, ¿Cómo amaneciste?

Me espanto y me separo de Tons.

– Eh, eh, bien, si bien – Digo nerviosa.

En las sombras del racismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora