Capitulo ocho: Todo por un trauma

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Veo que Tons observa fijamente la fogata, el fuego se refleja en esos ojos grises azulados que tiene, y mientras lo hace yo solo pienso que todo hubiese sido diferente si no me hubiese puesto en la proa de ese barco; ahora mismo estuviera durmiendo en una cama acogedora con mis calcetines de rayas  escuchando "7 ring" de Ariana Grande, y el seguramente estuviese con su grupo de amigos ricachones y con la insoportable de su mejor amiga bebiendo champagne o alguna otra bebida costosa. No tenemos más opción que ayudarnos uno al otro mientras todo esto se resuelve, y que mejor manera que compartir la poca comida que tengo.

– Tons, ¿Por qué no mejor comemos y luego dormimos? ha sido un día estresante.

– Buena idea, ¡Mi estomago está pidiendo a gritos comer!

– Bien, entonces saca los kebabs de pollo empapados que están en mi mochila – se la señalo ya que esta cerca de el.

– ¿Tenías que mencionar lo de "empapados"? no hace falta saber que no deben de tener sabor por haber pasado por tantas aguas saladas – los saca de la mochila mientras yo sonrío.

– ¡Era por si lo olvidabas! – el sonríe con sarcasmo.

Tons asa los kebabs de pollo, tenemos suerte de que vienen en pinzas y solo hay que pasarlos por fuego. Entre los dos había un silencio insoportable, pensaba en un tema para conversar y se me ocurrió la idea de preguntarle a cerca del racismo, así saldré de dudas y la incomodidad de este silencio desaparece.

– Oye Tons, ¿Qué piensas sobre el racismo?

El se tomó por sorpresa lo que le pregunté, parecía un poco incómodo a la vez, por lo que puedo observar el tema no le ha agradado, solo falta ver si eso mismo dicen sus labios si se digna a responder.

– Pues, pienso que, que, – Dice pensativo – que eso está mal.

¿Enserio? ¿No podía ser mas específico?

– ¿Esa es tu respuesta? – alzo una ceja mientras cruzo los brazos.

– ¡Oh!, ¿Entonces querías que respondiera que está bien, y que voy de acuerdo? – ataca los ojos.

– ¡No!, ¡Pero pensaba que responderías algo más congruente!

Me pasa un Kebab, se sacude las manos y me mira fijamente sonriendo mientras come, es inevitable ver que esta sin camisa y que sus abdominales estas perfectamente diseñados. Estamos diez metros al norte de la orilla de la playa, las olas se escuchan como si estuviésemos tan cerca de ellas, pero eso no impide que piense en lo asombrada que estoy por lo que me respondió, parecía querer evitar el tema.

– Lo importante es que te respondí, ¿No crees chica problemas? – Dice con la boca llena.

– Si, claro – Le respondo no muy satisfecha.

*Narrado por Tons*

Me siento horrible, no sé porque le respondí eso a Maitreyi si en el fondo soy un puto racista, y no sé lo que siento por ella, si odio, amistad, o ese sentimiento que sentía hacia ella dos años atrás, y creo que era amor. Lo que sé es que no me sentí cómodo al mentirle, pero lo peor de todo es que ella pensará que no lo soy, cuando sí. Solamente no quiero que se sienta incomoda conmigo, nos hemos ayudado uno al otro, y para que todo esto no empeore trataré de hacerla sentir bien, la haré sonreír todo el tiempo, no tengo que ser tan frío siempre. Otra vez llego el silencio incomodo, veo que ya acabó de comerse el kebab, ahora me toca a mí entrar el tema de conversación.

– ¿Y, tienes hermanos?

– No, soy hija única.

– ¿Y no te sientes sola a veces?, porque cuando mi hermana no está en casa, o viceversa me siento solo y comienzo a extrañarla, y me imagino que como no tienes te aburres a veces y no hayas con quien hablar.

En las sombras del racismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora