Capitulo trece: La llamada

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*Narrado por Tons*

¡Eres un maldito hijo de puta Tons!, ¿Por qué lo hiciste?, convertiste un momento hermoso en uno desagradable solo por no tener claro lo que quieres, ¿Y todo por qué? Porque cada vez que estas cerca de su presencia, de su cuerpo, de su rostro tan perfecto solo te llega una cosa a la cabeza, y es un nombre: Dakarai Oladele, el africano que arruino tu vida en todos los sentidos.

No sabes las ganas que tenía de besarte chica problemas, nuestros labios estaban tan cerca que era tan tentador no acceder, pero no te quería herir, de cualquier forma lo iba a hacer pero preferí esta opción, que no te ilusionaras conmigo porque si lo hacías sería peor para ti, comoquiera la iba a cagar, y sé que todo esto es muy duro para ti, lo sé porque en tus ojos note que en el fondo de tu ser había un hueco donde yo estaba, pero créeme, para mí no ha sido nada fácil.

Se que no me vas a entender, ¿Cómo explicarte que desde que te vi entrar al colegio ese primer día, con ese pelo tan lacio y negro, esa nariz perfilada y esa forma tan encantadora de decir "Hola" hizo que revolvieras mi mente en un solo segundo?, no puedo, y ahora menos después de lo que te hice. Solo queda disculparme y arreglar las cosas, aquí el que lo arruinó todo fui yo.

– Mai, ¿Podemos arreglar las cosas por favor?, ¡No quiero que estemos así!

– Tons no sé, es que – La interrumpo – ¡Te lo pido Mai!, ¡Mira, no volverá a pasar!, y si llegase a pasar será por una sola razón.

– ¡A si!, ¿Y por cuál? – voltea a mirarme.

Me acerco a ella pudiendo notar en sus ojos una decepción que la carcomía, y la verdad es que no quiero dejarla ir otra vez, pero entonces ¿Qué hago yo?, ¿Me lanzo hacia ella sabiendo todo el daño que puedo hacer?, ¿O solo la vuelvo a perder? Y si, ella tiene razones por las cuales puede llamarme estúpido e inútil, solo he estado pensando en que la volveré a perder cuando nunca la tuve y eso es preocupante. Solo trataré de ser lo mas honesto y comprensible con ella en estos momentos, y esto es lo que le responderé:

– Esa razón es que no te diré o haré algo que de verdad no sienta, no te acercaré a mi para después alejarte – suspiro – no trataré de besarte sabiendo que después me arrepentiré, no te haré sentir mal, lo prometo.

Ella solo escucha y calla, su pelo se mueve junto con el viento y sus hermosos ojos parpadean, me mira y baja la mirada, no sé porque no puede mirarme fijo a los ojos, siento que cada vez que lo intenta algo la detiene, ella solo piensa, yo solo la contemplo.

– Estamos bien entonces – Dijo sonriendo – me hubiese gustado grabar este momento tan conmovedor – Dice con una sonrisa irónica – pero lamentablemente no tenía mi celular en manos – Yo sonrío – por cierto, alemán mimado, te vez tierno cuando eres amable, ni pareces el Tons Veranderung que coge chicas por diversión – sonríe alejándose, mientras que yo me quedo como un pendejo parado viendo como se burla de mi en mis narices.

*Narrado por Maitreyi*

Después de aquella charla procedí a revisar si le había llegado señal al celular, y por lo que veo la suerte nos ha sonreído.

– ¡Tons mira, le llegó señal al celular!

– ¿En serio? – Dice emocionado – ¡Pues escríbele a Albert o llámalo!, pero – Se detiene y piensa – ¿Y qué le vamos a decir?, ¡Ai siquiera sabemos dónde estamos, ni como se llama esta isla!, ¡Ay dios!

– Recuerdo que en el hotel donde nos estábamos hospedando quedaba en un lugar llamado Punta Cana, y que esto se encuentra al este del país, el crucero iba recto, dobló a mano izquierda y en ese momento fue cuando me caí al agua, y en el bote tu remaste sin doblar a ninguna dirección, entonces según mis cálculos estamos en el noroeste de la Isla Republica dominicana, ¡Solo hay que decirle que estamos en una isla que se encuentra al norte del hotel y listo!

En las sombras del racismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora