La noche estaba cayendo, una brisa abrigaba toda la ciudad. Muy pocos autos se encontraban por las calles así que el ruido de los claxons era mínimo.
Tania se encontraba en su habitación, Alex había terminado su relación con ella. Estaba tumbada en su cama, tratando que las lágrimas cesaran pero parecía no funcionar. Por su mente solo daban vueltas las últimas palabras que el chico de ojos verdes le había dedicado, esas estúpidas palabras. Se levantó para ir al baño cuando llegó ahí escuchó unas voces en el cuarto de su hermanastra Lucia, ambas habitaciones compartían el baño. Después de unos segundos reconoció la voz de quien parecía discutir con Lucía, no era más ni menos que Alex, su ya ex-novio. ¿Qué hacía en su casa? ¿Qué hacía con su hermana? Eran las preguntas que rondaron su cabeza una y otra vez. Decidió acercarse a la puerta que daba al cuarto de Lucía un poco más, la curiosidad la mataba.
-Por favor, vete. No tienes nada que hacer acá.-dijo la chica mientras abría la puerta que daba al pasillo.
-Solo tengo que decirte algo, solo escúchame.-suplicó.
-¿Qué es eso tan importante que tienes que decir, Alex?.-pregunto irritada.
-Es complicado y hasta cierto punto egoísta...creo.
-No lo hagas, no tienes que hacerlo.-sugirió, quizás la chica de ojos verdes ya veía venir lo que el chico quería confesar.
-Solo necesito decirlo, esto me esta matando por dentro.-confesó, se notaba su voz nerviosa, su respiración comenzaba a agitarse. -Te amo, te amo demasiado y es por eso que no podía seguir con Tania, se que no te merezco, se que ella no merece esto...pero no fue algo que yo planeé.-dijo con la voz entrecortada.
-¿Donde dejas a mi hermana con esto?.-pregunto.
-Tomare mi distancia con ella, ella es genial merece a alguien que la ame.-las lágrimas comenzaban a rodar por las mejillas de Tania, aún no procesaba del todo lo que estaba pasando pero le dolía, esas palabras le dolían bastante.Tania tomó las pocas fuerzas que le quedaban, salió del baño, bajo las escaleras y se sentó en la sala, mirando hacia la nada, pensando en todo.
Cuando de pronto escuchó pasos en las escaleras, permaneció en su posición sin mirar quien era la persona que se acercaba a ella.
-¿Podemos hablar?, es importante.-dijo el chico a unos pasos de la pelinegra quien lo miró con molestia. -¿Que sucede?.-pregunto acercándose un poco más.
-No te quiero cerca mío ni de mi hermana.-dijo de manera firme.
-¿Que tanto escuchaste?.-su voz se vuelve más seria.
-Todo, cada maldita palabra.-exclamó.
-Tan...Tania...déjame expli...
-No hace falta.-interrumpió. -Estoy cansada de ser tu segunda opción en todo, que Lucia te haya rechazado no quiere decir que puedas venir a refugiarte a mis brazos, tu y yo no somos nada.-contuvo sus lágrimas, debía ser fuerte frente al ojiverde.
-Nunca fue mi intención que esto pasara.-dijo cabizbajo.
-Solo vete y no vuelvas.-pidió y el chico asintió pero se acercó a la pelinegra y dejó un pequeño beso en su mejilla.
-Me alejaré, por el bien de ambas.-añadió y salió de la caza.La chica al estar sola soltó un gran y profundo suspiro, ese momento era difícil pero era mejor así, lejos del chico de ojos verdes.