-Oye Alex.-dijo pero al no obtener respuesta tomó la almohada que estaba a su costado y la lanzó al chico de gorro, quien estaba en una esquina de la habitación sentado en un sofá leyendo un libro.
-Eso dolió.-se quejó. -¿Qué pasa Lu?.-pregunto cerrando el libro para poner toda la atención sobre la chica que posaba en su cama.
-¿Me amas?.
-Claro que si, te amo demasiado.-confesó. -¿a que viene la pregunta ahora?.-cuestiono tomando asiento juntos a la ojiverde.
-No lo sé, tengo miedo que un día dejes de sentir cosas por mi.-comentó cabizbaja.
-Lu, eso no pasará. Jamás me cansaré de ver esos hermosos ojos verdes que me retan todo el tiempo, te amo.-explicó. Envolvió en sus brazos a la chica, depositando un beso en su cabeza.
-Eres lo mejor que tengo.-susurró sin romper el abrazo.
-Lo sé.-dijo provocando que la chica rodara los ojos. -Tú eres lo más hermoso qué hay en mi vida.-confesó abrazándola con más fuerza.