-Lucia, despierta.-susurró Mariana en el oído de la ojiverde pero está apenas y se movió sobre la cama.
-Lucía no se encuentra en este momento, puedes dejar un mensaje y pronto te lo devolverá.-murmuró haciendo que los chicos en la habitación rieran de lo infantil que podía llegar a ser la chica.
-Traje una malteada y donas del diner.-dijo Alex desde el marco de la puerta, la chica abrió rápidamente sus ojos y se sentó en la la cama.
-Ya estoy despierta.-se apresuró a decir. Los chicos rieron de nuevo por la reacción de Lucía.
-No creí que fueras tan fan de las donas.-comentó Daniel aún entre risas.
-Yo diría que es más fan de Alex.-el ojiverde se sonrojó al igual que la porrista.
-Debes bañarte si quieres las donas.-advirtió Alex. Lucia de mala gana se levantó de la cama y camino al baño para tomar una ducha.
Después de un poco más de 20 minutos se abrió la puerta del baño, Lucía salía con una pijama color rosa. Se sorprendió al no ver a nadie en la habitación pues solo hace unos minutos había escuchado las voces de sus amigos. De pronto se escuchó como alguien abrió la puerta, dejando ver a un Alex con una bandeja en la cual se encontraban dos malteadas y 5 donas. Conversaron un poco mientras comían sobre la cama.
-Entonces...¿eres mi fan?.-pregunto el chico tomando por sorpresa a Lucia quien casi se atraganta con una dona de la impresión. -Tranquila.-dio unas palmadas en la espalda de la chica mientras esta daba un trago a su malteada.
-No me esperaba eso.-confeso.
-Lo note.-se le escapó una pequeña risa que hizo sonrojar a la chica frente a él.
-Puede que un poco lo sea.-admitió.
-Puede que yo también.-sonrío orgulloso de por fin poder decírselo a la chica.
En mi perfil encontrarán una nueva historia Luciale/Lucialex. Es una adaptación, espero les guste.
