Capítulo 4

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Después de la fiesta de graduación, al día siguiente quedamos para hablar de ese impresionante viaje a esa cabaña a las afueras de la ciudad que vamos a realizar para celebrar nuestro final de curso. Quedamos al final en que nos íbamos a ir el lunes y nos llevaba Toni y Chloe. Le quitará el coche a su hermana.

Por la mañana me levanto temprano para poder hacer la maleta para por la tarde salir.

Decido coger la maleta que me lleve al viaje que hice con mis padres a Grecia, a esa isla de Mykonos, en el que hice amigos y amigas con los que salía prácticamente casi todas las noches de fiesta. Todavía recuerdo esa música retumbando en el ambiente, esos saltos y gritos y bailes que nos pegamos cada vez que salíamos... Que recuerdos.

Meto sudaderas, algunos pantalones vaqueros, botines, pijamas,... Lo esencial. Llevo la maleta a la puerta de entrada.

- Hija, por favor, ten mucho cuidado. No quiero que te pase nada, quiero que llegues sana y salva. Están ocurriendo muchas cosas y solo de pensar... - comienza diciendo mi madre.

- Mamá, por dios, tranquila. No me va a pasar nada. Somos 10 y todos nos cuidamos. No pienses nada porque no va a pasar nada - la interrumpo.

- Hija, tu madre te está previniendo y diciendo que tengas cuidado - interviene mi padre.

- Lo sé, papá. Y voy a tener cuidado, tranquilos - les digo -. ¿Dónde está Raúl? - pregunto por mi hermano.

- Está en su cuarto. Anoche llegó tardísimo y presiento que hoy no se va a levantar de la cama - responde mi madre con cara de enfadada.

- Mamá, tendrás que hacer algo con respecto al tema de que llegue tan tarde y con tan solo 15 años. Se que yo tampoco era menos, pero por lo menos me juntaba con gente decente que apenas hacía nada - digo mirándola de frente.

- Ya no se qué más decirle para que entre en razón - me dice mi madre con las manos en las caderas.

Él siempre está igual y al final nos desespera a todos con su actitud y sin entrar en razón.

Después de almorzar, suena el timbre de mi casa y me despido de mis padres y de mi hermano cómo puedo. Salgo con la maleta y súper ilusionada y veo dos coches. Un Kia deportivo blanco en el que va Toni conduciendo y Elena, Pablo, Aitana y Hugo. Y el otro, un Mazda rojo conducido por Chloe donde vamos todos los demás.

Me subo al coche de Chloe y salimos los primeros ya que es Hugo el que tiene el itinerario de la cabaña.

- Al final Álvaro ha venido, no estaba muy convencido - les digo.

- Sabemos cómo es. Al principio es muy asustadizo pero después lo convencemos y se lo pasa super bien - dice Pablo.

Álvaro siempre es así. Me acuerdo de la última vez que pasó casi lo mismo, fue en el día de Halloween que queríamos celebrarlo en el cementerio haciendo como una especie de botellón. A él no le hizo mucha gracia la idea pero al final lo convencimos y no paro de reírse y hacer bromas en todo el día.

En el camino, voy mirando por la ventana, el paisaje. Una carretera solitaria, con muchos árboles abarcandola por los alrededores. Ese día estaba un poco nublado. Cojo el móvil y me encuentro con que tengo un mensaje de un número que no conozco. Me extraña.

Número desconocido
''Tened mucho cuidado''

¿Quién era?

Yo
''¿Quién eres?''

- ¿Qué te pasa, Laura? - me pregunta Elena, mirándome extrañada por mi expresión.

- Nada, nada. Estoy bien - digo con una sonrisa forzada.

Me asustaba no saber quién era esa persona y de pensar que como sabía a donde íbamos para decirme que tengamos cuidado. No entendía nada. Estaba espectante a la espera de la respuesta al mensaje, pero no llegó. Miro el número pero no lo conocía no me sonaba de nada, y no tenía foto de perfil.

Cierro el móvil y lo guardo en el bolsillo del pantalón y sacudo la cabeza para olvidarme.

Cierro el móvil y lo guardo en el bolsillo del pantalón y sacudo la cabeza para olvidarme

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