No Te Fíes

Capítulo 10

Llego por el sendero hasta el motel y me quedo parada en frente de la entrada. Miro alrededor y veo el mismo coche que estaba ayer cuando fui al supermercado. Doy un paso adelante para entrar en el motel y cuando abro la puerta suena una campana.

Me pongo a pensar y llego a la conclusión de que no sé en que habitación debo ir para encontrarme con él.

Veo una pequeña recepción a dar la vuelta pero no hay nadie, así que llamo al timbre que hay encima y sale una señora mayor.

- ¿Qué necesita, joven? - pregunta la señora.

- Hola - no sé cómo decirle que busco a un muchacho que quiere ayudarme en lo que me está pasando -. Eh...busco a Iván - decido decir su nombre y no entiendo porqué.

- Iván. Si, está en la habitación número 3. Suba las escaleras y gire a la izquierda - indica la señora.

- Muchas gracias - me dirijo a las escaleras. Llego a un pasillo y giro a la izquierda como me ha dicho la señora. Estoy frente la puerta de la habitación número 3, donde está él.

Llamo a la puerta me retiro un poco y miro hacia el suelo. Estoy nerviosa.

Se abre la puerta y subo la mirada. Veo a un joven, de la misma edad que yo o un poco más, es alto, corpulento y musculoso, de mandíbula cuadrada y se le ve un chico grande. Es guapo.

- ¿E...eres Iván? - pregunto tartamudeando.

- Si, el mismo - dice con un atisbo de sonrisa y me quedo quieta. Esa voz. La reconozco. Es él.

- Tu voz - digo sin pensar.

- ¿Qué le pasa a mi voz? - dice tocándose la garganta con una mano y sonriendo.

- Fuiste tú quien me empujó en el pasillo del instituto - digo.

- ¿Te acuerdas? - pregunta sorprendido.

- Escucho tu voz todos los días, a todas horas desde que me empujaste ese día y desapareciste sin darme tiempo a reaccionar - digo nerviosa y hablando muy rápido -. En mis sueños te escucho igual y cuando voy a todos lados apareces y no logro verte ni ponerle cara a tu voz.

Me mira sorprendido y se le cuela una sonrisa en la cara, se muerde el labio.

- Pasa - me mira, abre la puerta entera para que pueda pasar y me sonríe.

Nerviosa, decido entrar. Miro a mi alrededor y veo una habitación no muy grande pero para una persona está bien. Me siento en el borde de la cama. Iván cierra la puerta y se sienta a mi lado, dejando espacio entre nosotros.

- ¿Cómo puedes ayudarme? - pregunto nerviosa y parece que me falta el aire, siento los ojos llorosos. Iván se pega más a mí y me toca el hombro con una de sus manos. Dirijo mi mirada a su mano que está en mi hombro y no la aparto.

- Laura, te digo que no te fíes - dice mirándome intensamente.

Un momento. ¿Cómo sabe mi nombre? Y esa frase me suena. La he escuchado antes. En mi sueño. Era él quien me la decía tantas veces.

- Esa frase me la has dicho en mi sueño.

Sonríe.

- ¿Por qué me dices eso?

- Hay alguien en la cabaña del que no te puedes fiar - aparta la mano de mi hombro pero no deja de mirarme.

- ¿Cómo que hay alguien? ¿Quién? - pregunto nerviosa e intrigada.

- Laura, he sido amigo durante mucho tiempo de esa persona, por favor, no te fíes. Tienes que tener cuidado porque no es quien dice ser. Da una expectativa que no es la realidad - dice muy ensimismado en lo que me está contando.

- No entiendo porque me dices esto. Nadie de nosotros es malo. Nos conocemos de hace muchos años. Nos conocemos muy bien - digo nerviosa y me toco el pelo.

- Laura, por favor. No os conocéis todos muy bien. No te puedes fiar de esa persona. Durante los años que yo he sido su amigo ha hecho cosas de las que yo me enteraba y no me lo podía creer porque yo era como tú, decía que lo conocía muy bien, pero no te mientas Laura. No conoces a nadie - dice mirándome fijamente.

- ¿Y a ti si? ¿A ti te conozco bien? No te conozco de nada como para que me digas que no me fie de uno de mis amigos. Ni siquiera sé de quién me estás hablando - digo levantándome de la cama -. Esto es una locura. Me marcho.

- Laura, por favor. Tienes que confiar en mí - dice Iván.

En ese mismo momento llaman a la puerta. Iván se acerca y abre. ¿Qué hace aquí la chica de los mechones rosas?

- Laura, Sonia puede corroborar todo lo que te estoy diciendo - me dice Iván acercándose a mí para agarrarme de los hombros.