Un grupo de 10 amigos que han terminado segundo curso de bachillerato, deciden irse a una cabaña a las afueras de la ciudad a celebrar la despedida de fin de curso. Descubren que en esa cabaña, a lo largo del tiempo, empiezan a suceder cosas.
Si est...
Estoy en mi habitación cuando mi móvil sueña. Lo cojo rápidamente de la cama y veo que en la pantalla aparece el nombre de Iván.
- ¿Iván?
- Laura - saluda.
¿Qué ha ocurrido para que me llame?
- ¿Qué pasa? - pregunto extrañada.
- ¿Falta alguien en la casa? - pregunta nervioso.
- ¿Qué quieres decir?
Me acerco a la puerta de la habitación y abro. Asomo la cabeza y no hay nadie. Salgo y bajo las escaleras con cuidado de no hacer ruido. No hay nadie en el salón ni en la cocina. Me dirijo a la cocina y me apoyo en la encimera.
- Aquí no hay nadie.
- ¿Seguro que no falta nadie?
- Iván, me estás asustando. ¿Qué me quieres decir? - digo exasperada y nerviosa.
- He visto salir a Álvaro con Pablo y Elena de la cabaña. Los he visto desde la ventana de mi habitación andando por el sendero - explica.
Subo las escaleras y me acerco a la habitación de cada uno con cuidado de no despertar de la siesta. En la habitación de Pablo solo está Toni, y en la de Elena, Chloe.
- No están - digo nerviosa. Me está faltando otra vez el aire.
- Tranquila, yo los he visto caminar por el sendero hasta que los he perdido de vista. No sé a dónde iban pero seguro que no estarán muy lejos ni tardarán mucho en llegar - indica con un deje de intranquilidad.
- Iván - lo llamo.
- Dime, Laura - responde.
Siento lo que voy a decir, pero lo necesito soltar, sino no me quedo tranquila y no puedo estar así.
- Sospecho de Álvaro - digo lo suficientemente bajito para que solo se entere Iván al otro lado del teléfono.
Lo dejo en leído porque de repente se abre la puerta de la cabaña y aparece Álvaro con la capucha de la sudadera gris oscuro que lleva sobre la cabeza. Las manos metidas en los bolsillos y parece que tiene bastante frío.
- Hola - dice mirando al suelo.
- ¿Qué pasa, Álvaro? - pregunto.
- Han desaparecido - dice con un deje de tristeza.
- ¿Qué estás diciendo, Álvaro? - pregunta Pablo desesperado.
- ¿Dónde están Pablo y Elena, Álvaro? - pregunta Chloe nerviosa y casi gritando.
- No...no lo sé. De un momento a otro ya no estaban - nos explica sin mirarnos a la cara -. Hemos salido a dar una vuelta para despejarnos de todo esto que estaba pasando, y de un momento a otro yo iba delante y ellos detrás y ya no les escuchaba hablar y cuando me giré - hace una pausa - ya no estaban - termina diciendo con los ojos vidriosos.
- Esto no puede estar pasando - dice levantándose Chloe, totalmente desesperada y sin poder aguantar las lágrimas -. ¿Hasta cuándo tenemos que aguantar esto? ¡¿Hasta cuándo?! - grita -. ¡Maldita sea el día en que dijiste de venir aquí! - le grita a Hugo señalándolo con el dedo.
Me levanto del sofá y me acerco a ella. Agarro sus hombros y la zarandeo un poco.
- Tranquilízate, Chloe - le digo con los ojos también a punto de soltar lágrimas.
- ¡Es que esto no puede estar pasando! - sigue gritando. Se zafa de mi agarre y sube a su habitación.
Cuando giro la cabeza para mirar a los demás, me doy cuenta de que Álvaro ya no está en el salón. Voy a la cocina y me apoyo en la encimera mirando hacia la ventana. Esta lloviznando.
Pienso en todo esto que está pasando.
¿Por qué cada vez que sale Álvaro con alguien de nosotros, desaparecen?
¿Y si les ha hecho algo?
¿Dónde los deja?
¿Dónde están?
Cojo el móvil.
Yo "Ha venido solo" "Ha dicho que han desaparecido y ha contado casi la misma historia que con los demás"
Iván "Necesito verte"
Guardo el móvil en el bolsillo y me dirijo a la puerta.
- ¿Vas a salir? - pregunta Toni levantándose del sofá.
- Si - contesto -. Necesito tomar el aire. No tardaré.
Salgo y me dirijo hacia el motel.
Iván me está esperando con la puerta abierta de su habitación y me saluda.
- ¿Cómo estás? - pregunta.
- ¿Me estoy volviendo loca? - pregunto cómo respuesta -. ¿Crees que estoy loca por sospechar de Álvaro? Es que no entiendo nada - explicó nerviosa y dando vueltas alrededor de la habitación -. Es el único que cuando sale acompañado regresa solo. Cuenta casi la misma historia. Se muestra silencioso y triste. Me estoy volviendo loca. No puedo creer nada de todo esto - apoyo las manos en la pared y agachó la cabeza entre los brazos.
- No estás loca - dice Iván detrás de mí. Me agarra de los hombros y mis manos se retiran de la pared. Me da la vuelta y estoy de cara a él -. Si sospechas de alguien, Laura, tienes que investigar.
- ¿Pero cómo lo hago? No estoy lo suficientemente cualificada para hacerlo sola. No puedo - digo nerviosa y levantando los brazos.
Se acerca a mi cara, la agarra con las manos y me besa. Si, otra vez. Y le correspondo. Si, otra vez.
Apoya la frente en la mía cuando nos separamos.
- Te ayudaré - contesta -. Te prometí que no te iba a pasar nada y que te iba ayudar. Lo voy hacer - dice sin separar su frente de la mía, sin apartar las manos de mi cara y con un sonrisa no muy grande en la cara.
- Gracias - ahora soy yo la que me acerco y le doy un beso de segundos.
- Todo saldrá bien - dice cuando nos separamos, asiento y nos abrazamos.
Son las 7 de la tarde y nos dirigimos al supermercado.
Hemos pensado que para empezar a investigar sobre Álvaro y lo sucedido necesitamos un ordenador, y en el supermercado hay un cabina con un ordenador aislado de todo.
Comienza nuestra búsqueda. Sospecho de Álvaro y tengo que resolver mis dudas como sean. No puedo perder a más gente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
