Capítulo 9

433 128 45
                                        

Todos pensamos en lo mismo. Aitana tenía razón; no nos despedimos al terminar de jugar a la ouija. Pero no tiene sentido que el espíritu que según nos habló a todos anoche le haya hecho algo a Luis, porque entonces él estaría por aquí, pero no está en ningún lado. Y hay sangre por todos lados, hasta en la ouija, pero no entiendo nada. No quiero pensar en lo que le ha podido pasar o si le han hecho algo. ¿Dónde estará?

- ¿Qué podemos hacer? - pregunta angustiada Valentina.

Todos pensamos. En ese momento suena mi móvil.

Número desconocido
"Eso da igual. Yo puedo ayudarte"

¿Cómo puede ayudarme si no lo conozco? No sé quién es.

- ¿Estas bien? - me pregunta Toni.

Asiento.

Yo
"¿Cómo puedes ayudarme?"

Guardo el móvil en el bolsillo de la sudadera.

- ¿Dónde habrá podido ir Luis? - pregunta Chloe.

-----------------------------------------------------------------

Decido irme a mi habitación para pensar un poco en todo esto. No entiendo porque nos está pasando esto a nosotros. Desde que decidimos venir aquí, a esta cabaña, solos, alejada de todo y sin tener casi nada a mano, y jugamos a la ouija solo pasan cosas extrañas. El espíritu ese que dijo que nos quería a nosotros y ahora Luis desaparece. No entiendo cómo puede pasar eso. La sangre en el cuarto de baño y en el tablero de la ouija, y esa frase en el espejo hecha con la misma sangre. ¡Dios!

Después estaba ese número desconocido que dice que puede ayudarme. ¿Cómo si ni siquiera sé quién es? Desde que descubrí que me había hablado no estoy tranquila.

Luego está esa voz que escucho en todas partes pero no sé a quién corresponde. Desde ese empujón en el pasillo del instituto y esa voz grave me habló, la escucho en todos lados. Hasta en los sueños.

Suena mi móvil. Asustada e intrigada, lo saco del bolsillo y lo enciendo.

Número desconocido
"Tienes que hacer todo lo que te diga que hagas"

¿Estaba loco? ¿Quién se creía que era para darme órdenes? No iba hacer lo que me dijera.

Yo
"No pienso hacer nada de lo que me digas"

Número desconocido
"Si no lo haces, te arrepentirás"

¿Qué podía hacer? Tenía que saber quién era esa persona. Por qué quería que hiciera cosas que él me iba a decir.

Yo
"Necesito saber quién eres"

Número desconocido
"¿Quieres que te ayude?

Yo
"Quiero saber quién eres"

Tarda unos minutos en contestar.

Número desconocido
"Me llamo Iván. Y puedo ayudarte"

¿Y quién era Iván? No lo conocía de nada como para confiarle y brindarle todo lo que tengo por dejarme ayudar.

Número desconocido
"Estoy alojado en el motel cerca de un supermercado y de la cabaña donde estás. Puedes venir y hablaremos"

¿Iba a ir? No sé qué hacer. Necesito ayuda. Necesitamos ayuda. Más yo que me iba a volver loca con tantas cosas. Lo necesitaba.

Yo
"Esta bien. Iré a verte"

Guardo el móvil en el bolsillo de la sudadera y salgo de la habitación para bajar abajo. Están todos en el sofá, salvo Elena que está en la cocina bebiendo un vaso de agua. Me acerco a donde está.

- Esto me viene grande. No sé porqué ha pasado esto - me dice mirando al frente.

- Yo tampoco lo sé - le digo haciendo lo mismo que ella.

- Siento algo malo. Siento que le ha pasado algo - dice con el ceño fruncido y con los ojos llorosos.

- No pienses eso. No le ha pasado nada. Pero no me explico la sangre y todo el panorama. Es una locura - digo.

- Yo tampoco entiendo eso. Y encima de todo no cerramos la ouija. Es que todo esto es una locura. No deberíamos haber venido aquí, alejado de todo - dice nerviosa.

- Chicos, voy a salir a comprar comida. No nos queda mucha y necesitamos reservas - les digo a todos.

- No deberías ir sola, Laura. Ahora más que nunca hay que estar juntos - me dice Toni.

- No. Necesito estar sola y no hace falta que me acompañes. Puedo hacerlo sola. No me va a pasar nada - le digo.

Me calzo los botines que están en la entrada y abro la puerta.

- Ten mucho cuidado - escucho que dice Toni pegado a mi espalda. Me agarra de la cintura y me besa el pelo.

Cuando me suelta, salgo de la cabaña y me dirijo por el sendero hacia el motel.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No Te FíesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora