Capítulo 19

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IVÁN

Estoy mirando por la ventana de la habitación del motel pensando en Laura.

Desde el día que nos chocamos en el pasillo del instituto y la vi de forma rápida no pude dejar de pensar en ella.

Después pasó todo esto y cuando me enteré de que era amiga de Álvaro no pude creermelo. Algo tenía que pasar en el viaje que iban a empezar a realizar solos a una cabaña a las afueras de la ciudad en medio del bosque. Sabía dónde estaba esa cabaña. Por eso decidí conseguir su número de teléfono y mandarle un mensaje para conseguir que pensara quien podría ser y fuera dándose cuenta de lo que podía pasar. También decidí alquilar una habitación en el motel que había cerca de la cabaña para poder estar más cerca de ella.

No quería ni quiero que le pase nada.

Cuando vino a mi habitación tras aceptar mi invitación de ofrecerle ayuda y la vi aparecer por la puerta y estuvimos hablando, no pude contenerme y tuve que besarla. Y ella no opuso resistencia, al revés, me correspondió con firmeza. No podía dejar de pensar en ella.

De pensar que está ahora mismo en la cabaña, con él, y que le pueda hacer algo, me entra la rabia y la ira por dentro. No dejaré que le pase nada.

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Abro los ojos, desorientada, con un dolor de cabeza horrible y muy punzante.

Intento subir las manos para tocarme y frotarme la cabeza para aliviarme pero descubro que tengo las manos atadas y que estoy sentada en una silla y los tobillos también atados, con cuerda ambos.

Miro a mi alrededor pero está casi todo oscuro y no veo apenas nada.

Recuerdo que me agarraron del tobillo y me tiraron al suelo y mi cabeza chocó contra el suelo y ya después de eso no recuerdo nada hasta ahora.

Miro y afino el oído para escuchar algo pero no escucho nada y no veo nada tampoco.

Escucho pasos que vienen hacia donde estoy yo y escucho que se abre una puerta que no he logrado distinguir entre la oscuridad de la habitación.

- ¿Estás despierta por fin? - pregunta Álvaro.

Se acerca a mí, levanta una mano para tocarme el mentón y levantar mi cabeza para que pueda mirarlo. Giro la cabeza con brusquedad para librarme de su mano.

- No te pega nada tener tanto enojo y genio - me dice vacilando.

- Y a ti no te pega nada ser un chulo y tener esta faceta de hacer cosas para ver sufrir a una persona que era tu amiga y que no tiene culpa de que tus pa... - no logro terminar cuando siento una mano en mi cara y mucho calor.

Acerca su cara al máximo a la mía.

- No vuelvas a pronunciar esas palabras - sisea en mi cara.

Giro la cabeza hacia él y lo miro desde abajo, enfuruñada.

- ¿Por qué haces todo esto? No entiendo nada - digo con los ojos casi llorosos.

- Ya te lo he dicho y explicado - contesta -. Quiero verte sufrir y creo que hasta ahora lo he ido consiguiendo. Quiero hacerlo mejor.

Sonríe.

- Antes me preguntaste que dónde estaban tus otros amigos - empieza diciendo -, y yo ahora te respondo que estan demasiado bien para mi gusto.

Aprieto la mandíbula fuerte y se me escapa una lágrima.

- Te dejo para que pienses en tus cosas - me pasa un dedo por la cara, la parto otra vez y se va sonriendo.

Escapan de mis ojos las lágrimas que he estado aguantando todo este tiempo. Me quedo quieta al ver que algo vibra en el bolsillo de mi sudadera. Intento mover las manos pero no consigo hacer nada ni llegar a coger mi móvil.

Me hago daño intentando librar una de mis manos y por fin logro zafarme de la cuerda.

Con rapidez, meto la mano en el bolsillo de la sudadera, agarró el móvil y veo que tengo un mensaje.

Iván
"¿Todo bien?"

Tengo que pedirle ayuda.

Yo
"Te necesito"
"Me tiene encerrada y atada, por favor"

Guardo el móvil rápido de vuelta al bolsillo de la sudadera y vuelvo a meter la mano en la cuerda como si no hubiera pasado nada.

Ahora toca esperar.

Ahora toca esperar

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