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MinSeok había llegado a su casa muy temprano en la mañana, para descansar en su adorable habitación cuando, las campanas de la puerta anunciaron visitas. Maldijo a todos los demonios del mundo. Pero sabiendo que podía tratarse de su padre, se puso de pie y caminó hasta la puerta.

No era su padre, pero si su hermano mayor, YoonGi. Y no parecía estar de buen humor, pues ingresó dándole un fuerte golpe en los hombros e inspeccionando cada rincón de su casa.

— ¿Dónde está JiMin?

Esta vez fue MinSeok quién frunció el ceño.

— ¿JiMin? Pues aquí no está... ¿Por qué lo buscas?

Y otra persona apareció en la puerta de su casa. Esta vez era TaeHyung, junto a HoSeok a su espalda, con cara asustada.

—Padre... ¿Cómo es eso de que JiMin desapareció? Él no puede haberse ido ¿verdad? Iré a la casa de tío JungKook. —dijo sin esperar respuesta alguna.

MinSeok miró a su sobrino y pareja desaparecer y a YoonGi palidecer. Mandó sus ganas de dormir al mismo infierno y cerró la puerta. Ahora entendía parte de lo que estaba pasando.

Tomó el brazo de su hermano mayor y lo llevó hasta el sofá, inclinándose sobre sus rodillas como si él fuera el mayor.

—YoonGi, no te preocupes ¿quieres? Ya encontraremos a JiMin. Él nunca se iría. Confía en mí. Él te ama. Eres la persona más sagrada en su vida. —No mintió en lo absoluto. Creía cada palabra de lo que decía, pues era verdad. JiMin jamás se iría, jamás traicionaría a YoonGi.

Cinco minutos más tarde, HoSeok volvió, informando que ni JungKook ni SeokJin se encontraban en casa. YoonGi sacudió la cabeza.

—SeokJin no está porque padre necesitó de sus servicios. Madre está ocupada formando a la pareja de YiFan quien es un ex humano. Sólo quedaba él para la misión —Se mordió el labio inferior—. Pero que JungKook no esté... ¿creen que...?

La pregunta quedó en el aire, porque sí, había veces en las que el dúo se iban juntos, en especial cuando JungKook se aburría y tomaba la decisión de acompañar a JiMin a sus travesuras.

—Pero JiMin me hubiese avisado. Él siempre me avisa cuando irá a alimentarse. —YoonGi miró a HoSeok— ¿Dónde está TaeHyung?

—Fue a consultar con el Rey.

Cuando TaeHyung apareció, una hora más tarde, no traía la mejor de las caras. HoSeok se apresuró en ir a abrazarle por la espalda y reconfortarlo un poco.

—El abuelo mandó a tío Jin a una misión especial —Dijo, mirando a todos menos a MinSeok—. Creo que tío JungKook y papá están en el mundo humano, intentando salvar o eso creo yo, al objetivo de tío Jin.

MinSeok y YoonGi le miraron desconcertados, sin entender por qué carajos JiMin y JungKook tenían que interponerse en la misión de SeokJin. De hecho, interponerse a la labor de un Regularizador no era en lo absoluto normal.

TaeHyung se aclaró la garganta, mirando finalmente a MinSeok.

—El abuelo está metiéndose en tu vida, tío MinSeok. La misión de tío Jin es ese chico, tu antiguo pacto, LuHan. No lo culpo por querer hacer algo —Se apresuró a agregar su sobrino—, es decir, mira, desde que dejaste a ese muchacho pareces...vencido, gastado por el tiempo, como si hubieses envejecido, y eso no es posible. Pero sé que se fue al carajo... y quiere traerlo para ti, porque cree que funcionará como tu pareja, aunque esa decisión sólo te corresponde a ti, claro está.

MinSeok sintió un tumulto de cosas en ese mismo instante. Primeramente, ira, ira hacia su padre. Acababa de terminar otro pacto para satisfacerlo, completar su fachada de mírenme-todos-estoy-bien, y todo ¿para qué?

Después, sintió miedo. SeokJin es un Regularizador. Uno que se encarga de hacer a los humanos demonios, es decir, matarlos.

LuHan sería asesinado y puesto a pasar todas las pruebas para convertirse en un demonio.

De repente, se sintió como un pez fuera del agua. Sin poder hacer llegar el aire de su mundo a sus pulmones, boqueando por algo que le haga funcionar los pulmones que posee. Todo gira, gira y no se detiene. Cerró los ojos con fuerza. Su cuerpo entero había empezado a temblar.

LuHan iba a morir, porque su padre había pensado ¿Qué?.

Empezó a oír su nombre en todas direcciones, manos sujetarle. Abrió los ojos y les miró.

—No puedo permitirlo... no puedo... —Dijo, desapareciendo en la estela negra para aparecer en el colegio al que había asistido por unas semanas.

Podría haber ido junto a su padre, pero ¿si en ese tiempo SeokJin llevaba a cabo su misión? 

Pacto con un Demonio [XiuHan / LuMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora