Capitulo 1

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⚠️Advertencia : este capítulo contiene violencia, no me hago responsable de traumas ni tampoco estoy fomentando la violencia.

Importante : Si eres o sientes que eres víctima de violencia a doméstica,de género o de cualquier otro tipo, lo que estas viviendo pasa a menudo y es completamente injusto , que sepas que tú no has hecho ¡Nada! para merecerlo y que no estas sólo . Pero nadie sabrá si no pides ayuda. Nadie va a juzgarte , tu no tienes la culpa de absolutamente nada . Comunícate con el centro de ayuda más cercano.

Jessica Evans:

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Jessica Evans:

Dormía plácidamente cuando el teléfono, que estaba sobre la mesa de luz, comenzó a sonar, haciéndome despertar de golpe.

—¿Hola? —respondí somnolienta, llevando mi mano al rostro.

—Hola, hija. ¿Todavía sigues durmiendo? —la voz regañona de mi "queridísima" madre se escuchó al otro lado—. En fin, te llamo porque quería invitaros a ti y a Theo a cenar esta noche —dijo entusiasmada. Sin embargo, al oír el último nombre, un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Lo cierto es que no había tenido tiempo de contarle a mi madre sobre mi separación con... con Theo.

—Hola, madre, ¿cómo estás? Yo bien, gracias —dije con sarcasmo. Mi madre no era precisamente muy cariñosa conmigo—. Um, madre, hay algo que quiero contarte y... —fui interrumpida.

—Cariño, luego tendremos tiempo para hablar, lo importante es que llegó tu hermana. ¿Me imagino que vendrán a casa? —preguntó apresurada.

—Sí, bueno... solo que Theo y yo n... —sin embargo, fui interrumpida por segunda vez y, tras un "bueno, cariño, ¡los esperamos!", colgó.

Suspiré con pesadez, mi madre parecía rehusarse a escuchar sobre mi separación con Theodore.

Luego, finalmente reuniendo las energías suficientes, me levanté de la cama. Acaricié a mi perrito, quien se acercó alegre moviendo su colita para saludarme cuando estuve en el pasillo.

Me lavé la cara y los dientes y mi apetito se hizo presente. Según la hora eran las 10 de la mañana, así que me dispuse a ir hacia la cocina en busca de algo para saciar mi estómago. Sin embargo, el timbre sonó, impidiendo mis planes.

Fruncí el ceño, la verdad es que no esperaba a nadie a esta hora, y mucho menos un fin de semana.

Fui a abrir, pero mi perro salió primero hacia la puerta y empezó a ladrar eufóricamente, luego olfateó la puerta.

—Hola, amor —su voz ronca al abrir la puerta me hizo erizar la piel.

—Hola, amor —su voz ronca al abrir la puerta me hizo erizar la piel

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Sweet Obssesion |Nueva Especie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora