Entre el Crepúsculo y el Amanecer [Edward x Jacob]

cap.22| Suplicando perdón

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Sus pasos resonaban en toda la casa mientras daba vueltas y vueltas en su pequeña habitación, mirando el reloj despertador en su mesita de noche.

- Ya decídete Jacob ¿vas a ir o no? Pero deja de dar vueltas. Ya me empiezo a marear - gruñó Paul desde su lugar en la cama.

- Por supuesto que no voy a ir. Ese imbécil va a sentir en carne propia lo que sentí cuando me dejó esperando- respondió indiferente, pero echando una rápida y "disimulada" mirada más al reloj. La hora de ir a su lugar había llegado casi. Y era inevitable para él estar ansioso. La fuerza de la costumbre

- Pues si no vas a ir, estate quieto en un puesto hombre - murmuró Embry quien seguía jugando con el cabello de Seth...por cierto ¿en qué momento llegó? Últimamente estaba más pegado al pequeño cachorro, más de lo normal. ¿Tendría que luchar por su puesto como mejor amigo del enano? Al parecer estaban a punto de derrocarlo.

- Embry - regañó Seth - Jake ¿quieres ir? - le preguntó el pequeño mirándolo directamente a los ojos, lo que hacía cada vez que no quería dejarle mentir.

- No lo sé, Seth. Por un lado está mi enojo por lo que me hizo, que no me permite ir a su lado, pero mi instinto es más fuerte que yo en ocasiones - respondió con sinceridad sus labios abultados con desaprobación.

- Pues yo estoy de acuerdo contigo - murmuró Embry, dejando de lado el cabello de Seth para prestarle toda su atención a Jacob.

- ¿En qué cosa? - inquirió Paul, dándole una mirada mortífera a su compañero de manada.

- En que el vampirito hizo mal en dejarle como perro abandonado para irse de luna de miel con su noviecita - Jacob gruñó al escucharlo, sin distinguir si fue por decirle perro, o por insinuar que Edward estuvo de luna de miel con Bella. Él trataba de pensar lo menos posible en esa relación - está bien que le dé una lección. Aunque sea por un rato, porque más temprano que tarde va terminar corriendo hacia él... como siempre.

- Yo no haré eso. Ni si quiera quiero verlo - refunfuñó, tratando de esconder un pequeño sonrojo de sus amigos.

- Claro - dijo Paul con ironía - porque no fuiste tú él que se ofreció a llevar el mensaje de Sam, cuando éste ni si quiera había terminado de hablar y no era exactamente lo que quería decir. Nos hiciste quedar como unos salvajes, amigo.

-Mensaje que era para el doctor Cullen, no para su hijo - terminó Embry con una sonrisa conocedora que hizo que el hoyuelo en su barbilla fuese más notorio. Jacob no sabía dónde meter la cabeza de la vergüenza que lo estaba atacando en ese momento. Sus tersas mejillas tenían un matiz tan rojo, que era fácil de notar para sus amigos, quienes seguían burlándose de él sin compasión.

- Ya, ya déjenlo en paz ustedes dos - defendió Seth, como siempre asiendo su papel de madre adolescente. Pero escondiendo una pequeña sonrisa ante lo adorable que se veía su mejor amigo sonrojado y tratando de esconder su cara en su espalda. Ignorando la mirada mortalmente aterradora que Embry le dedicó - Jake, no le hagas caso a estos tontos. Si quieres ir a ver a Edward hazlo, nadie te va a juzgar porque quieras ver a tu alma gemela.

- ¡Seth! ¡No estas ayudando! - grito más rojo que antes. ¡Dios! ¿Qué le pasaba? Pero no podía evitar recordar aquel sueño extraño que tuvo noches atrás y el como reaccionó su cuerpo al beso ficticio, y las burlas de sus amigos no ayudaban. Así que seguía ocultándose en la pequeña espalda de su amigo, no dispuesto a salir de ahí y dejar en evidencia su vergüenza. Así que al momento de éste sentarse en la cama, temiendo quedar expuesto enterró su cara en el pecho del pequeño cachorro - ¡Ya dije que no iré con ese vampiro idiota! ¡No lo perdonaré ni aunque venga de rodillas! ¡es un imbécil! ¡No voy a ir ni aunque Sam y todo el consejo me obliguen! - gritó desde su pequeño refugio, dejando en claro su punto.