cap. 25| Sucesos inesperados

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♣♥♣

— ¡Es un hijo de puta! — Jake saltó en su lugar al escuchar el grito de rabia proveniente de su amigo. Al mirar las expresiones de los demás sabía que ellos estaban igual de sorprendidos y desconcertados que él por la reacción exagerada del chico.

Cuando salió a las rondas con la manada y se convirtió en lobo, supo que todos se enterarían de lo que había pasado con el vampiro la noche anterior, pero de todas las reacciones que esperaba ver de sus amigos, esperó más compasión, palabras de apoyo y uno que otro enojado, pero jamás esto, en realidad de él esperaba quizás una palmadita y un "estoy aquí para ti, no te preocupes" pero nunca tal enojo.

Porque él y Brady eran amigos desde niños, compañeros en la manada (desde hace pocos días atrás, cuando junto a Collin, éste se convirtió inesperadamente) pero no tan cercanos como lo era con Seth, Jared, Paul y Embry. Así que verlo exaltado y apretando las manos en puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos por el bloqueo de circulación, era de su total asombro y el de todos los presentes.

— Brady, tranquilízate — Sam se acercó al chico, que seguía furioso, caminando de un lugar a otro como un león enjaulado, su respiración errática y una mirada mortífera en su apuesto rostro con rasgos infantiles aún.

— ¡¿Cómo me pides eso?! ¡Ese maldito es un imbécil! ¿Cómo le va a creer a esa maldita arpía antes que a Jake? ¡Es su impronta, debería de saber que no le mentiría en algo así! ¡Lo voy a matar! — Paul, Jared y Embry, que seguían mirando al furioso chico con la boca y los ojos abiertos a tope del asombro, reaccionaron de inmediato sujetándolo de ambos brazos y cintura para detener su carrera en dirección a los Cullen — ¡suéltame! ¡Le voy a enseñar a respetar a ese maldito! — gritó tratando de zafarse del fuerte agarre de los otros tres lobos.

— ¡Joder! ¡¿Pero a ti que diablos te pasa?! — le gritó Paul, perdiendo su inexistente paciencia con los forcejeos del chico.

— ¡Tranquilízate, hombre! ¡Vamos a hablar con calma! — Jared trató de calmarlo, no obteniendo nada en realidad, pues el chico estaba cegado de ira y no escuchaba a nadie.

— ¡¿Hablar de qué!? Todos vimos que la maldita esa fue la que besó a Jacob sin su consentimiento. Él debió de creerle antes de gritarle como un maldito salvaje ¡Que no tiene el puto derecho, joder! — siguió forcejeando con los chicos que lo sostenían apenas, pues en sus pocos días como hombre lobo ya había desarrollado una fuerza increíble.

— Si, lo sé, es injusto, pero él no lo vio, así que no lo sabe, ya vez que no puede leer sus pensamientos. Tenemos que entenderle un poco — Contestó Sam esta vez, tratando de hacerle entender algo. Tanto Leah y él como Seth y Collin aún seguían pasmados por lo que sucedía, sin saber que hacer o como intervenir sin que el embrollo creciera más.

— ¡Debió de darle el beneficio de la duda al menos! ¡Lo voy a hacer pagar por haberlo hecho llorar! — al ver que el chico seguía muy empeñado en ir a arrancarle la cabeza al vampiro idiota, Jacob decidió acercarse a tratar de calmarlo. Tal vez a él le escuchase, porque puede que él no quisiera ver más a Edward en estos momentos, pero lo quería demasiado (muy a su pesar tenía que admitir que lo seguía amando y no creía que eso cambiase en algún momento) y no quería verlo herido.

A pasos rápidos ese acercó a él, tomándolo por los hombros cuando vio que ya no podrían sujetarlo más tiempo.

— Brady — llamó suavemente, los ojos inyectados en sangre de su amigo se posaron en él y (como por arte de magia) dejó de luchar por soltarse de las manos que le sostenían, su expresión furiosa desapareciendo y sus ojos suavizándose al fijarse en él, mirándole atentamente como si fuese su mayor tesoro. Jake tragó saliva sonoramente y los demás se quedaron en silencio, desconcertados aún, mirando la extraña interacción de ambos lobos — t-tranquilo. Y-yo... no te voy a decir que estoy bien porque es obvio que duele un montón, después de todo es mi impronta, pero en algún momento tiene que dejar de ser tan malo. Y-y sí...tienes razón, él debió esperar a que le explicara lo que sucedió y no reaccionar como lo hizo, pero ya no podemos cambiarlo. Ni con toda la violencia del mundo devolveremos el tiempo atrás y arreglar lo sucedido — sentía las lágrimas acumularse en la esquina de sus ojos. Dolía demasiado, sentía su corazón resquebrajarse al rememorar los desafortunados acontecimientos del día anterior y su lobo no levantaba la cabeza de la tristeza que sentía. Fue un golpe muy duro enterarse de sus sentimientos por el vampiro y perderlo al mismo tiempo. Podía sentir la falta que le hacía el pálido, la necesidad casi desesperante de estar ente sus brazos, pero no había nada que pudiese hacer más que lamentarse y esperar que en algún momento todo su sufrimiento terminara, que dejara de doler  — g-gracias...gracias por preocuparte por mi.

Entre el Crepúsculo y el Amanecer [Edward x Jacob]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora