Aparecen giros inesperados en la vida de Iván, un joven escritor muy famoso y talentoso. Él recuerda mucho su estadía en la universidad y fue entonces dónde se enamoró de Jéssica, la profesora más joven de su facultad. Años después se reencuentra y...
Fuí a la misma cafetería de lo habitual y la señorita que me atendía demoraba más de lo normal en atenderme. Entonces la miré a los ojos y le sonreí. -¿Estudias cerca de aquí?-pregunto. -Sí, estudio a unas cuadras.-dice. -Yo también trabajaba medio tiempo cuando asistía a la universidad.-dije. -Eso me recuerda a uno de sus libros.-dice la chica muy sonriente. -¿Quieres que te firme tu libro?-dije. Firmé su libro y me retiré del lugar para regresar a la editorial, normalmente me quedaba hasta las 5 supervisando algunas cosas, soy el co-fundador de la editorial así que era normal pasar tiempo ahí. Entré a la oficina de Zack el director general de la editorial.
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-¿Entonces solo vienes a dejar el libro terminado?-dice Zack. -Ya lo hablamos.-dije. -Supongo que ahora tratarás de seguir tus otros sueños.-dice Zack. -Ser músico requiere de mucho tiempo.-dije. -¿Por qué ser músico?-dice Zack. -Bueno mi familia materna la mayoría son músicos, artistas en sí en diferentes áreas. -Por eso tu apego por la música. -Soy joven y quiero hacer todo lo que me propongo.-dije finalmente.
5:00pm Andaba por los alrededores de la plaza y entré a misma tienda que había visitado hace unos días.
"Puedo tener éxito en mi carrera musical"pensé.
Pasé por la sección electrónica y me topo con Rafael. Traté de pasar desaperibido, pero él ya me había visto desde lejos. Se acerca y me mira muy sonriente. -¿Buscas algo?-dice Rafael. -Unos buenos audífonos.-dije.
Él me explicó las características de cada audífono que me llamaba la atención, por un momento pensé que estaba hablando con mi hermano menor. Rafael era un chico muy inteligente y eso me sorprendió.
-Muchas gracias.-dije.
Rafael empacó los audífonos en una bolsa y me lo alcanzó.
-Soy un gran admirador.-dice. -No sabía que eras uno de mis lectores. -La verdad, me tomó de sorpresa.-dice Rafael. -No me lo recuerdes, que aún debo rendir cuentas con mis familiares.dije riendo. -¿No saben que eres "ZETA"?-dice Rafael sorprendido. -Lo mantuve en secreto.-dije.
La señorita de traje viene hacia nosotros y otra vez llama a Rafael. Él se despide de mí y se va muy apurado hacia la señorita. Ambos suben por las escaleras eléctricas y desaparecen de mi vista. Al salir de la tienda debía armarme de valor para ir a casa de mi padre. Federico ya me había marcado muchas veces y al parecer creo que necesitaba explicaciones.
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Llegué a casa de mi padre y Federico me hable la puerta cuidadosamente. Me mira sin parpadiar hasta que entrara. Se mantuvo sereno y misterioso. Entonces corrí hasta mi cuarto lo más rápido que pude, dejando atrás a Federico.
-Cobarde, no huyas.-dice Federico.
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