Aparecen giros inesperados en la vida de Iván, un joven escritor muy famoso y talentoso. Él recuerda mucho su estadía en la universidad y fue entonces dónde se enamoró de Jéssica, la profesora más joven de su facultad. Años después se reencuentra y...
Por la mañana las noticias hablaban de la popularidad de Iván como escritor y debatian sobre su futuro como músico. Lo normal sería que un músico pasara a ser escritor, pero de ser escritor a músico muy pocas veces se daba. Hablaban de su vida personal, supuestamente habían sacado una información que procedía de algunos ex compañeros de Iván, que decían que constantemente se relacionaba con chicas mayores que él, pero esas afirmaciones eran unas simples mentiras, mi hermano a penas se había enamorado 2 veces en la vida y eso lo sé bien. Cuando le pregunto si sale con alguien, últimamente lo niega y es que mi hermano nunca mentía. Una cosa es enamorarse y otra cosa es salir, estar en una relación y en esa parte mi hermano nunca había salido con alguien. Por otro lado, me incomodaba cuando lo etiquetaban de homosexual, solo por que no se le ve con alguien. Los medios son una total porquería a la hora de hablar de alguien sin pruebas, le encanta crear polémica y alimentar a las masas con dramas ficcticias.
-¿Estás listo?-dice Iván. -Vámonos.-dije.
IVÁN
Llegamos al centro campestre y su grupo de amigos estaban presentes, claro que solos, excepto Jéssica, pues ella era la madre que iba a poner control a los chicos en caso de que se pasen de la raya con su conportamiento, aunque dudaba, por que estos chicos eran unos genios. Mi padre tuvo la idea del viaje al campo, pero ni él estaba presente y como siempre yo era el adulto encargado de Federico.
Eran 6 chicos incluyendo a Rafael y por su puesto que al cumpleañero, lo peor es que ellos tenían 2 búngalows para ellos 6. Por mi parte tenía una habitación cómoda y al costado de Jéssica. Estás coincidencias no podían faltar.
-¿Alguna historía más?-dice Rafael. -Fui fan de la historia de David.-dice Orlando.-¿No tienes otra? -Sí.-dice David.
Aún existian estos chicos, que se divertian en fogatas contando historías, no es de películas, es algo que suele pasar con amigos que tienen casi los mismos pasatiempos.
Jéssica aparece con 2 bolsas más de malvadiscos y les entrega a los chicos. Desde que llegó ella estuvo a cargo de que los chicos la pasaran increíble. Luego les dejé un par de indicaciones y caminé hacia mi cuarto junto a Jéssica. -Tienes razón estas cosas nunca cambian.-dice Jéssica. -Algunos pensarían que es aburrido, pero no tus amigos.-dije riendo. -Espero puedan dormir bien hoy.-dice Jéssica. -No te preocupes, estarán bien.
El pasadizo que estaba al frente de nuestros cuartos tenían un gran ventanal, dónde se podia ver mejor el lago. Ambos lo contemplamos juntos y nos adentramos cada quién en su respectiva habitación. Estuve en cama unos minutos tratando de consiliar el sueño, pero ese pedido no quería ser concedido, así que me levanté a ver algo en la televisión.
-¿Podré dormir bien?.-dije mirando las paredes hasta que me detuve en el vino que tenía a lado de mi maleta.-esto bastará.
Cogí el vino y tuve un presentimiento extraño, entonces salí de la habitación mirando a Jéssica contemprar frente al ventanal las estrellas.
-¿Tú no consigues dormir?-pregunté. -No.-dice Jéssica en su bata. -¿Quieres tomar algo?.-dije sin pensarlo. -Acepto.-dice Jéssica con serenidad.
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