Amor Prohibido

#9

El ambiente en el campamento de los guerreros era tenso, Jakotsu estaba muy arrepentido por su acción, buscaba en todo momento congraciarse con su hermano, Bankotsu se mostraba reacio a perdonarlo, por su culpa un hermano se encontró gravemente herido, Kagome le regañaba, hablándole sobre el perdón, el mercenario reía por sus intentos de hacerlo perdonar a Jakotsu, por su parte este se mostraba agradecido con la mocosa, trataba de mantenerla contenta… Esa noche mientras descansaban alrededor de la fogata…

-mmm… delicioso-menciono Jakotsu comiendo la sopa preparada por Kagome.

-es mi idea o está exagerando un poco-susurro Ginkotsu.

-el idiota está gastando la comida-se quejó Kyokotsu.

-mira lo que provocas Kagome-menciono Bankotsu viendo como sus hermanos peleaban la comida.

-nunca imagine que les gustara tanto-contesto con una sonrisa.

-esta rico, la verdad cocinas bien-murmuro Renkotsu.

-tan bien como la comida de Kikiu-susurro Suikotsu recibiendo una mirada de odio por parte de Kagome.

-Jakotsu deja ya-grito Kyokotsu.

-esa comida me gusta-se quejó Jakotsu.

-maldición están tirando la comida-regaño Ginkotsu mirando a los dos hombres jalar la olla.

-Bankotsu pon orden-sugirió Renkotsu.

-no quiero hablar con Jakotsu-dijo y este lo miro triste.

-eso, es mío -sonrió triunfante Kyokotsu con la olla en mano.

-hermano ya perdóname-suplico Jakotsu-dime que debo hacer para que me perdones.

-me estás dando vergüenza hermano-murmuro Ginkotsu.
-Ban-llamo Kagome.

-bien-rodo los ojos-solo porque Kagome me lo pide, te perdono-dijo sin mirarle-deja de comer como loco estas quedando gordo, se te notan las lonjas.

- ¡QUEEE! -grito exaltado, su vanidad era tremenda.

-JAJAJA-la risa no se hizo esperar, era una noche bastante agradable.

Kagome miraba a todos, pese a su cara de malos, eran buenos sujetos, ¿Por qué Naraku los había despertado? Había ideas que no lograban terminar por formularse, algo se le escapaba, pero no podía recordar bien que era, lo dejo pasar para escuchar las risas, las charlas y anécdotas de las múltiples peleas donde salieron victoriosos, en ocasiones mencionaban a un tal Mukotsu, el gordo así lo apodaban, según entendía era bueno con los venenos, sería interesante conocerle, pensó.

La neblina rosa se concentraba en el bosque del lamento, los que habitaban la mansión de Naraku eran inmunes gracias a un antídoto creado por Mukotsu, esté empezaba a fastidiarse por la situación quería ver a sus hermanos, ansiaba pelear y matar, sonrió para sus adentros, debería escapar, si sería lo mejor.

-pero pueden matarse entre ellos-dijo Megatsuhi.

-no me preocupa, en realidad será divertido, ver como Bankotsu y su grupo se ponen locos-hablo Naraku.

-entonces, le pediré ahora mismo a Kagura que envié la neblina hacia ellos.

Mukotsu escucho aquello con molestia, sus hermanos tenían un código de honor, como podrían pelear entre ellos, Naraku estaba yendo demasiado lejos, necesitaba llegar con sus hermanos y darles el antídoto, según sabia alguien viajaba con ellos, mujer de seguro, por ello la neblina, camino entre los pasillos, buscando una forma de escapar, llegar con ellos era su único objetivo.