Bankotsu había tenido una vida bastante excitante, su vida como mercenario le proporciono una fuerza que nunca creyó poseer, matar a las personas se volvió una necesidad, sus hermanos estaban ahí siempre dispuestos a apoyarlo, a dar la vida por él, la misma lealtad sentian ellos, su familia, todos y cada uno eran su familia, así como los otros lo eran de Kagome, podía confiar su bienestar a ellos, ahora que se había relevado contra Naraku, podría suceder cualquier cosa, era consciente que su vida no le pertenecía, sin embargo lucharía con todo para estar con ella.
-porque tan serio-susurro Kagome cuando lo encontró recostado en el pasto lejos de sus hermanos, se hinco y agacho la cara para mirarle a los ojos.
-ya te habías tardo en venir por mí-bromeo él-empezaba a buscar a otra linda mocosa.
-idiota-susurro sonriendo-no hay otra como yo-dijo altanera.
-lo sé, por eso te amo-contesto y unió su labio al de ella.
En segundos estaba sobre ella, acariciando sin pudor su cuerpo, no se saciaba de ella, al contrario, cada vez le prendía más, su mano buscaba su centro húmedo, colándose entre su falda de colegiala, esa maldita ropa era desquiciante, tan sexy, tan maldición, su verga estaba tal erecta que le dolía, ella escucho el pequeño gruñido exasperante, sonrío por lo excitado que lo tenía, bajo su mano y libero la masculinidad, su mano le rodeo con trabajo, estaba tan hinchado que apenas y daba en su delicada mano, se dedicó a subir y bajar, apretando tan gruesa verga, él dejo caer su cuerpo sobre ella, pero enseguida la hizo girar y ponerse en sima, le desabrocho la blusa casi transparente, para comer el seno aun con esa estúpida ropa que llamaba sostén, su mano estuvo a punto de romperle pero recordó que la ocultaba de los otros, con molestia se dedicó a abrirlo y lanzarlo lejos.
Por su parte Kagome le quito la ropa descubriendo su pectoral bien formado, bajo todo el pantalón, acaricio sus piernas bien formadas, beso su bien torneado estómago, rosando sus pezones con la piel morena, él sujeto su cabello para mirarle mientras su boca se llenaba de su vergota, succiono con gusto, hasta meterse la mayor parte de esa piel morena, lamia y saboreaba con gusto, sentía la mirada del hombre, su deseo, su excitación, sus gemidos le animaban a seguir, intentando comerse TODO, él grito su nombre cuando ella se arqueo ante la sensación, se alejó respirando con dificultad, él la recostó y quito de mala gana su panti, levanto su falda y se introdujo un tanto brusco, ella grito su nombre al sentirse ultrajada, poseída, llenada.
La verga entraba y salía sin parar, queriendo dejar una marca para siempre en ella, Bankotsu temía por su mañana, ahora era consiente, si le dejaba, quería asegurarse de que ella nunca le olvidara, beso su cuello, lamio sus montañas y mordisqueo sus pezones, su mano tomo con fuerza su cadera para levantarla y hacer más profunda la penetración, se dedicó a mirarle mientras la embestía, sujeto sus manos abiertas pegándola en el césped, acaricio su cuerpo con la mirada, dejo que su trenza rosara el vientre mientras la verga reclamaba su estrechez como suya, sudaban y jadeaban, estaba llegando a un punto sin retorno, a un punto donde sus cuerpos se unían a la par, formando un solo cuerpo, un solo ser, ella y él, hoy, mañana y siempre, pensó mientras las emociones explotaban entre los dos, el semen la llenaba, toda, hasta más allá de lo permitido, de lo imaginado, de lo probado con anterioridad y ella se dejaba chorrear, mezclando fluidos, olores, sentimientos, caricias, un largo suspiro soltó ella y él gruño su nombre.
-maldición casi me matas.
-bueno sería algo tonto imagínate no te ha matado ningún demonio y lo hace el sexo-rio ella.
-me gusta tu risa-confeso acariciando su cara y quitando el sudor de ella.
-cállate, no sabes lo avergonzada que me pongo cada vez que regresamos, tus hermanos saben lo que hacemos-murmuro sonrojada.
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Amor Prohibido
FanfictionSolo soy un maldito mercenario que esta de paso, pero él me puso en tú camino ... esto que siento está prohibido...