#17

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Kagome se levantó a primera hora, se había visto obligada a permanecer en casa una semana más, el doctor le había confirmado su embarazo, mes y medio, aún estaba en riesgo de perderle, su madre se mostró feliz y entusiasmada por la noticia, quería conocer al tal Bankotsu, toco su vientre aun plano mientras se miraba en el espejo, quería correr y darle la noticia, ¿Qué diría? ¿se emocionaría? Suspiro armándose de valor, se puso un pantalón, una blusa blanca, tenis y dejo suelto el cabello, su madre preparo un bulto con ramen especial para Inuyasha, tomo varias especies, mientras su madre le recordaba una y otra vez los frascos de ácido fólico, sonrió por aquello, un bebe, suyo y de Bankotsu, aún no lo podía creer...

-cuídate hija-menciono su madre abrazándola-recuerda que ahora vales por dos.

-cierto-susurro avergonzada.

Kaede y Kikiu mantenían a los aldeanos en el centro de este, Suikotsu era utilizado como comodín en la batalla, en caso de necesitar de él salía al rescate como médico, los demás peleaban contra los sirvientes de Naraku, Kohaku peleaba contra Sango mano a mano, aunque la morena necesitaba de Miroku, pues solía dejarse llevar por sus sentimentalismos hacia su hermanito, dejando que este le dañara severamente, Shipo les apoyaba manteniendo en una sola área a este joven que se dedicaba a convocar enjambres de abejas venenosas, las cuales podían nublar la vista durante la batalla por su gran cantidad, Inuyasha, Ginkotsu quien ya tenía de nuevo su mano robótica y Kyokotsu atacaban al niño malévolo que exasperaba al hibrido, era un kamikaze dispuesto a todo sin importarle nada, lo que hacía de la batalla interesante para estos tres hombres cargados de testosteronas, por su lado Bankotsu, Jakotsu y Renkotsu peleaban contra Kagura, esta mujer evadía sus ataques gracias a su abanico, creando grandes ráfagas que les causaban heridas leves, Mukotsu estaba en alerta en caso de necesitar antídotos, Naraku amaba usar venenos realmente poderosos contra ellos.

Renkotsu envolvió en llamas a la mujer, dándole la oportunidad a sus hermanos de atacarla, Jakotsu roso su bello rostro dejando a su paso una línea carmesí que ella miro horrorizada, su mirada asesina se clavó en Bankotsu, a quien esquivo, de sus manos largas uñas aparecieron atacándolo por detrás clavo su espalada, este cayo de rodilla, sintiendo como se desgarraba su piel al retirar sus uñas la mujer, Jakotsu logro lanzar lejos a la tipa al verse distraída por el ataque.

-Bankotsu-llamo Renkotsu viendo como un aura azul le rodeaba y desaparecía ante sus ojos.

- ¿Dónde está? -pregunto Mukotsu mirando a todos lados.

-su aroma se ha perdido-murmuro Koga llegando después del apoyo a los aldeanos.

-diablos se llevaron a Bankotsu-la voz de Ginkotsu llego hasta Inuyasha.

El peli plata se quedó rígido al sentir el aroma de Kagome, ella había regresado, Bankotsu desaparecido, si le querían estaba en peligro, miro a Koga quien olfateo también el aroma particular, corrió para tomar el lugar de Inuyasha en la pelea, impresionante como se habían hecho camaradas, tanto que las palabras no eran necesarias para coordinarse, ante la mirada de Hakudoshi el hibrido salto lejos de la batalla, llamo al caballo blanco para atacarle pero Hakkake y Ginta fueron quienes detuvieron al animal.

En el bosque del lamento Naraku veía con una gran sonrisa a Bankotsu quien permanecía perdiendo sangre, le miro con odio, con sudor perleando su frente, era claro que el ataque había sido grave, lo veía respirar con dificultad, las uñas de Kagura poseían un veneno que paralizaba el cuerpo, por ello era imposible mover un solo musculo.

-bienvenido Bankotsu-susurro acariciando a su araña-no te esfuerces en hablarme, Kanna-llamo a una niña de ojos blancos.

- a sus órdenes señor-contesto sin expresión.

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