S.O.S -HopeMin- FINALIZADA

➷ Respeto ➹

Su padre,oh vaya,uh,creo que ahora si he cavado mi propia tumba.

Una bofetada en mi mejilla es lo que siento después de decir todo aquello,mi rostro girado y todo en silencio,toqué aquella zona con lentitud para girar mi rostro,las lágrimas saliendo de mis ojos ya que,joder,había dolido.

-Ya veo que no lograste entrenar bien a tu mascota,Hoseok,ahora me voy a encargar yo-un chasquido de sus dedos y de pronto unas manos tomándome de mis brazos para comenzar a arrastrarme-Al cuarto de castigo.

-Padre,no creo que sea necesario,es nuevo en esto y todavía no sabe las reglas-la voz de Hoseok por fin sonó en un tono diferente,había nerviosismo e incluso algo de negación-El cuarto de castigo no le servirá.

Todo eso lo iban hablando mientras me llevaban por un pasillo,mi cabeza la mantenían abajo,las manos de aquellos gorilas presionaban mucho,solamente podía notar el azulejo del suelo,caminamos mucho,dimos vueltas,caminos rectos.

-No Hoseok,debe aprender a tener la boca cerrada,a obedecer y a no faltarle el respeto a la autoridad,es una mascota,ellos deben obedecer...nos deben su total agradecimiento-nos detenemos y puedo notar una puerta negra.

El sonido de esta siendo abierta me puso los pelos de punta,el chirrido del metal y el frío del ambiente,el silencio de todos ahí a excepción de mi respiración nerviosa.

-Al poste,que esté bien sujeto y dando la espalda-la voz del hombre sonó vacía y tétrica,las luces se encendieron y las manos en mi cabeza se alejaron,levanto la mirada y el corazón se me detuvo por un momento-Traigan el látigo.

-¿Látigo? Qué soy ¿un perro?-sostienen mi cabello con dureza y por fin puedo echarle una mirada al cuarto.

El cuarto era totalmente de color blanco incluyendo el suelo,no había más que un sillón de cuero blanco,lo que casi me hace desmayarme era que en toda la habitación había un mueble con distintos látigos,tablas,esposas con peluche,bozales,una jaula grande,una cadena que colgaba del techo,el dichoso poste de madera en medio de la habitación y una sola lámpara.

-Padre,por favor,no es necesario,déjamelo a mí,todavía no termina de aprender las consecuencias de su mal comportamiento,lo estás escuchando,sigue sin seguir las órdenes y habla cuando no se debe-de nuevo la voz de Hoseok suena irrumpiendo el silencio del cuarto,mientras que yo estaba siendo llevado al poste.

Estaba frío,sudaba frío y los latidos de mi corazón que no paraban,mis manos siendo atadas a las esposas mientras les daba la espalda,mi atuendo siendo quitado con todo y mis bóxers;estaba perdido y eso lo sabía estando en esa posición y en ese lugar,estaba bien sujeto y casi de puntas ya que las esposas estaban altas,mi camisa levantada y el silencio sepulcral,Lollipop de Chordettes es lo que interrumpe la habitación,el olor de a lo que parecía ser un puro.

-Hoseok,es tu turno,tu mascota está lista para su castigo-la voz del hombre al cual ya odio y detesto suena sobre la música y a este punto ya estaba llorando en silencio-Toma...

Hoseok

Cuando estábamos en la habitación,varios recuerdos de mi yo pequeño acompañando a mi padre a esa habitación para enseñarme el como castigaba a mi madrastra;a mis 15 años fue la primera vez que lo vi,tomando el látigo de cuero blanco acercándose a ella,atada al poste justo como Jimin sólo que nos miraba,más o menos,su cuerpo totalmente al descubierto con un bozal,su cabello largo cubriendo sus pechos,ella jadeaba y sollozaba.
Recuerdo que tenía una mirada juguetona y traviesa,tal vez sonreía detrás de ese bozal de cuero,yo estaba en el sofá sentado observando a mi padre mientras se colocaba frente ella.

-Así es como se castigan a las mascotas Hoseok,cuando tengas la tuya propia sabrás que ellos nos deben su total respeto.

Esas fueron sus palabras antes de comenzar a darle azotes en sus muslos,en su intimidad,con su mano libre golpeaba cada pecho,recuerdo el cuerpo de la mujer retorcerse mientras gemía,su piel rojiza y levemente cortada,los gritos de mi padre preguntándole a quien le pertenecía,era una de las tradiciones de mi familia,o al menos que yo sepa eso se hacía desde que tengo memoria,cada vez que mi madrastra se portaba mal,mi padre la castigaba conmigo presente,era incómodo ver como ellos dos estaban en su mundo sexual mientras todo observaba quieto y sin la posibilidad de irme,cuando tuve la edad suficiente dejé de ir a observar,hasta que me llevó a otras casas de colegas suyos que hacían reuniones solamente de castigos,mientras más castigos hubiera,el respeto era mucho mayor,para eso existían las mascotas;todos esos recuerdos llegando de golpe a mi cabeza,tuve que volver a la realidad justo cuando mi padre me habló,uno de los momentos que tanto traté de evitar por fin estaba sucediendo.
Tomando el látigo de cuero negro en mis manos,leí el mango de este y tenía mi nombre en letras cursivas,miro al chico que estaba sujeto al poste tratando de zafarse de su inevitable castigo,suelto un suspiro mientras quedaba a pocos pies de distancia,la música seguía sonando y el olor del tabaco entrando a mi nariz.