«ERA COMO VER UNA DIOSA, UNA DIOSA TAN HERMOSA COMO AFRODITA, PERO TAN LETAL COMO LA MISMA ATENEA»
Salvar a su pueblo de ALIE suponía el fin de la guerra. Sin embargo esta recién estaba empezando. Con el tiempo en contra de ellos Lyanna, Bellamy y C...
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Gracias a Neon, Lyanna tenia un excelente sentido de orientación en los bosques, cada día además de estudiar sobre venenos y plantas , también veía mapas. Neon le decía información de los clanes, le describía como eran los arboles cuando se acercaban a otro clan como era el caso de Trishanakru que los arboles tenían un tronco blanco grisáceo cuando estaban en el borde, otros donde las flores cambiaban dramáticamente y el color del pasto también, donde el sol se ocultaba era el camino a las montañas, la dirección en que el viento soplaba era hacia Azgeda, y el camino mas seco era en dirección a Polis, aun así Neon era quien normalmente la guiaba. Ahora, Lyanna estaba a una cabeza mas adelante que Neon, él se veía confundido por todo el camino, sin embargo en un momento, cuando habían parado para que el caballo de Neon y Cerbero descansaran, el chico pelirrojo preguntó.
—Nos estamos acercando cuando vimos la manada de Lobos ¿Por qué?—él dijo viendo alrededor de los bosques, ya había oscurecido un poco, ya debía ser medio día, y aunque no estaba el sol para guiarla Lyanna sabia que iba en el camino correcto, como su sensación se volvía mas fuerte.
—Soñé con Elaena—Lyanna admitió mientras veía como Cerbero y el caballo bebían un poco de agua de un pequeño riachuelo—. Me dijo que cerca de los lobos, en cuevas encontraría una forma de proteger a las personas en esta guerra, de ayudar en la defensa. Anda, llamarme loca.
Neon negó con la cabeza rápidamente.
—¿Sabes?—él comenzó mientras se acercaba a ella—. A cualquier otra persona le hubiera dicho loca, pero Lyanna, te he visto salir del fuego sin ninguna quemadura, te he visto conectar con los animales, hablarles a los lobos y ellos entendiéndote completamente, te he visto hablar nuestro idioma sin que nadie te hubiera enseñado, y sobre todo he visto el efecto que tienes en las personas. Eres especial Lya, no importa lo que los Skaikru piensen, lo que tu madre te haya dicho, Lyanna era la mujer mas especial que conozco, antes no creía en nada, ni en dioses, ahora solo creo en ti.
—Si algo me pasa, y dioses ojala no se así, tu te quedas con el niño ¿de acuerdo?—Lyanna dijo, cuando Neon abrió la boca, ella siguió—. Octavia es muy inestable para cuidar a un bebé, Clarke ya esta rebalsada de responsabilidades, Bellamy es odiado por todos los que pronto serian sus súbditos y los que son su gente. Sin mi padre, eres el único en quien confío para cuidar a este niño.
—¿Y Diago?—Neon preguntó luego hablo rápidamente—. No me malinterpretas, siempre cuidare de este niño, créeme seré mejor padre que Bellamy, ¿pero que hay de Diago? Todavía no han...
—No quiero hablar de él—Lyanna negó, sin embargo calló al instante cuando escuchó ramas romperse y pasos, parecía un animal sin embargo escuchó unas voces, Cerbero alzo la cabeza, olisqueó el aire y no se tenso ni se alarmo, solo siguió bebiendo agua como si nada, sin embargo el caballo de Neon hizo un ruido nervioso, y relinchó, el chico fue hacia el animal y le dio unas palmaditas para calmarlo, él solo relincho de nuevo molesto. Cerbero se veía normal algo que molesto a Lyanna, cualquier amenaza el lobo la detectaba de inmediato y comenzaba a gruñir, cualquier persona la olía a metros y se ponía en posición listo para saltar.
