«ERA COMO VER UNA DIOSA, UNA DIOSA TAN HERMOSA COMO AFRODITA, PERO TAN LETAL COMO LA MISMA ATENEA»
Salvar a su pueblo de ALIE suponía el fin de la guerra. Sin embargo esta recién estaba empezando. Con el tiempo en contra de ellos Lyanna, Bellamy y C...
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—No solo estoy aquí por el niño—Lyanna dijo haciendo que el cálido y amoroso momento se fuera—. Necesito saber como van con lo del refugio y especialmente si ya han empezado a hacer avances por que no le han dicho nada a Roan?
Ambos se quedaron en silencio pero fueron interrumpidos por Raven que los llamaba.
—Ve—Lyannna le murmuró a Bellamy mientras Clarke se iba—. Estare bien.
—¿Cómo esta Octavia?—él preguntó, Lyanna pensó en como le había pedido a Octavia que matara a el embajador de Trishanakru y ella lo había aceptado. Ella trato de encontrar las palabras.
—Vacía—respondió con sinceridad haciendo a Bellamy hacer una mueca—. Mira, tomara tiempo, acaba de perder al amor de su vida, Lincoln era todo para ella y la muerte de Pike no le dio la paz que esperaba.
—¿A ti te la dio?—Bellamy preguntó.
—No, vengue la muerte de mi padre y de la mayoría de mi pueblo, pero no—Lyanna negó—. El niño dentro de mi me esta dando paz, ahora ve, debe ser importante.
—Alguien te podría hacer daño—Bellamy respondió, Lyanna rápidamente tomo uno de los bistui que estaban cerca y se lo puso a pocos centímetros del cuello a Bellamy quien agrandpo los ojos ante la acción, el bisturí presionado contra su carótida.
—Creo que estaré bien—Lyanna sonrió antes de dejar el bisturí, saco su espada un poco de su funda—. Ademas tengo a Balerion.
Bellamy asintió apenas y la vio una ultima vez antes de salir de la habitación.
Se puso una mano en el estomago con cariño.
—Mi pequeño lobo—ella sonrió—. Mi pequeño dragón, seras el niño mas amado de todo el mundo, tendrás una madre que te quiere mucho mucho, mucho—le hablo a su estomago, sin embargo alzo la mirada cuando escucho unas pisadas—Bellamy te dije que estoy....
Pero no era Bellamy, frente a ella había una chica, una chica que tenia una mirada enloquecida, se veía de la misma edad de Lyanna, traía un cuchillo en una mano que no paraba de temblar, Lyanna inmediatamente se levanto de la camilla con cuidado.
—¿Estas bien?—le preguntó con cautela, la chica le recordaba un poco cuando mató a su madre, la mano temblando, la mirada desquiciada, su respiración irregular y el cuchillo.
—Tú lo mataste.
—Se especifica y baja el cuchillo—Lyanna le advirtió con calma y paciencia.
—Tu mataste a mi padre—ella se acercó aun mas con el cuchillo en alto, su padre debía ser uno de los violadores o uno de los guardias que habían sido parte de esa masacre, Lyanna saco lentamente su espada Balerion de su funda, estaba dispuesta a cualquier cosa para salvar al niño en su vientre, pero no quería matar a esa chica, estaba en duelo y herida. Ademas era simplemente patética, completamente temblando con un cuchillo que era enano comparado a la magnifica espada de Lyanna.
