La pesadilla la acechó dos noches seguidas y despertaba repleta de sudor. A bakugo no le importó aquello, de hecho la atrapó en sus brazos susurrando palabras que harían temblar a cualquier asesino y sin embargo a ella le reconfortó.
Pero hubo una en particular que la despertó gritando. Y de alguna forma se sintió tan real que el miedo se coló por sus huesos, una advertencia de algo o de alguien.
—Shh, tranquila, cara de ángel, yo estoy malditamente aquí—Susurró suavemente el cenizo, meciéndola en sus brazos para calmar su miedo—. Te tengo.
Y eso fue todo lo que necesitó para calmarla.
—Katsuki...—Ella subió la mirada para chocar con las pupilas carmín en medio de la oscuridad—. Creo que estoy empezando a recordar cosas.
El agarré de él se tensó a su alrededor y gruñó bruscamente.
—No importa lo que veas, importa lo feliz que serás de ahora en adelante, maldición, ¿entiendes esa mierda?—Acarició su mejilla con ternura—. Me tienes aquí y voy a protegerte jodidamente tanto, cara redonda.
Ella contuvo el aliento y asintió acurrucándose en su pecho. Aquella noche pudo dormir con los recuerdos horrendos desvaneciéndose gracias a su rubio cenizo.
Así que en la mañana siguiente despertó de buen humor y le dedicó una enorme sonrisa a su gruñón Bakugo.—¿Que diablos estás haciendo?—Este alterno su mirada en ella de pie mirándolo—. Es temprano para que me devores con la mirada, hembra insolente.
Ochaco alzó una ceja, totalmente incrédula. Bajo esas profundidades carmín la divertida bestia interior de su pareja le dió una sonrisa.
Quizá fue su imaginación pero se sintió así.
—Creo que estás siendo engreído, Katsuki—Intentó esconder una sonrisa triunfante al ver el mencionado gruñir y hundir su rostro en la almohada con rostro soñoliento.
—Vuelve a la maldita cama, cara de ángel, es muy temprano aún—Invitó con voz ronca—. Solo una persona sadica despierta tan temprano.
—Por lo que sé cómo alfa de la manada debes encargarte de muchas cosas—Se limitó a contestar acercándose a la cama—. Y sin embargo estás aquí.
—Que se jodan las responsabilidades—Y es así como volvió a quedarse dormido tras atraparla en sus brazos.
La mano de Tomura se posó en su muslo con firmeza y ella quiso escapar del tacto.—Hembra, ¿como voy a tenerte hoy?—Ladeo la cabeza con rostro inexpresivo y sus labios esbozaron una sonrisa carente de amabilidad—. No tienes a nadie más que a mi y yo te mostraré hasta los confines del infierno.
—N-No—Ella apretó sus ojos ante aquello. No quiso pensar en su padre vendiéndola a la bestia sanguinaria frente a ella.
Shigaraki Tomura es una bestia que arrasa con aldeas dejando hileras de cadáveres a su paso. Es temido por muchos y cuando llegó a su pueblo muchos vendieron a sus hijas solo para no ser masacrados.
Uno de ellos fue su padre.
Pero eso no importó para el hombre que la mira con ojos audaces ya que mató a todos excepto a las chicas que le ofrecieron y ninguna de ellas sobrevivió, solo Ochaco.
¿Por qué? Ella se niega a responder esa pregunta.
—Chica humana, ¿que crees que soy?—Se apartó entrecerrando los ojos con irritación—. Huelo el miedo en ti y te aseguro que no te haré daño, no entiendo a los humanos pero quiero descifrarte.
La castaña frunció los labios, ¿hace unos momentos dijo que le mostraría los confines del infierno y ahora dice que no la lastimará? No tiene sentido.
—T-Tu me haces ver torturas.
Tomura gruñó y luego le dio un repaso con esa típica expresión vacía.
—Los humanos que asesino venden a sus propios familiares así que por eso los castigo.
—Eso no lo justifica—Aterrada por contrariarle aferró la sábana alrededor de su cuerpo pero no retrocedió.
—Hembra, estoy—
—¡Mataste a las chicas de mi aldea!—Exclama incapaz de tenerse.
—Yo no las mate—Dió un suspiro de cansancio—. Las convertí en los de mi tipo y las dejé en otra manada, no me gustan las cargas.
—P-P-Pero y-yo vi...
—Estás aterrada de mí y asumiste lo peor, a ti no puedo darte esa opción porque te quiero para mi.
—¿Q-Que?
—Hembra humana, no sé de los sentimientos pero estoy seguro que no quiero perderte de vista—Olisqueó el aire con satisfacción. Su voz fue un bajo y cargado de algo que no pudo descifrar—. No soy un héroe pero te aseguro que si un villano que te protegerá.
¿Proteger? ¿De quien?
—Has visto atrocidades en tu estadía aquí, se que ayer fui brusco al besarte pero no puedo apartarme.
—¡N-No puedes obligarme!—Alterada y enrojecida talló su rostro para alejar el recuerdo.
—No, no soy ese tipo de bestia—Tomura se acercó llevando una mano a su mejilla con lentitud, con deleite en sus profundos ojos, esos ojos cargados de historias y agonía—. Por primera vez voy a ser paciente.
—Tomura...
—Guarda silencio, mocosa humana—Deslizó sus manos por su cuello—. Pronto te marcaré aquí y serás mía para siempre.
La azabache dio un respingo y negó con la cabeza. Se sintió como si traicionara a alguien.
—N-No quiero esto—Lloró internamente sin darle el gusto de hacerlo frente a él.
—Ochaco—Los labios del mayor acariciaron su cuello vacilante y aspiró una bocanada de aire con un gruñido posesivo que resonó por su pecho—. Mía.
—Tomura—Suspiró apartándose y sonrojada por el tacto. No, no es que sea masoquista, ella definitivamente no quiere estar aquí y se siente como si su corazón doliera por la ausencia de alguien más.
El hombre que la ha mantenido cautiva es letal pero nunca la ha lastimado, eso no significa que olvide lo que le ha causado mentalmente.No obstante, hay algo en Shigaraki tomura que le rompe el corazón. Un niño tan roto que no sabe cómo lidiar consigo mismo, a veces lo ve de esa forma y como la mira...como si ella fuera su salvación.
Así que sostiene las manos de él sin apartar los ojos de los suyos.
—Sabes que no quiero esto, déjame ir.
Tomura gruñe y se aparta bruscamente rascando su cuello con lo que parece desesperación.
—¡No puedo, no podré protegerte si estás lejos!
¿Protegerla? ¿De nuevo?
—No tienes—
—Tengo—Los ojos de él le causaron escalofríos.
—¿De quien me protegerás?—Se atrevió a preguntar.
—Stain.
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La mate del alfa
WerewolfConocido como uno de los alfas más sanguinario de las manadas, katsuki bakugo no tiene intención de encontrar a su luna, su compañera predestinada. Su único objetivo es gobernar a todas las manadas y ser el mejor hombre lobo, el mejor alfa. Superi...