Daría todo por ti {Boggi y Tú) {Adaptada}

Capítulo 27

Seguía sin responderme, creo que no debí haberle dicho eso.

—Claro, cuando estemos listos —agregué nerviosa.

—Me, me encantaría, _______ —dijo algo sorprendido pero feliz.

Y seguimos tomándonos fotos.

Sé que lo conozco desde hace muy poco, pero desde el primer momento que lo vi me enamoré.

Y quiero seguir siempre a su lado.

|Una semana después|

Ha pasado una semana desde que fui a recoger mis cosas a la casa de mis padres. No he visto ni a mi madre ni a mi padre. Jason vino dos veces a visitarnos y me contó que mi padre tiene la cadena que me regaló Boggi, y también me dijo que está tratando de sacarle la dirección del departamento, pero Jason no se la ha dado. Yo he ignorado todas sus llamadas. Mamá igual me ha hablado, quiere que regrese a casa, pero no pretendo hacerlo, aunque la extraño mucho. Lo peor es que no he tenido el valor para decirle la verdadera razón por la que me salí de casa.

En esta semana, Boggi y yo hemos compartido muchas cosas; alegrías, sueños, risas, recuerdos, y también llantos. Nunca imaginé que sería tan feliz con alguien y ese alguien es Boggi.

No he podido preguntarle a Maya nada, ya que siento que se enojará conmigo si se entera que perdí la cadena.

Estoy planeando ir en estos días a casa y enfrentar a mi padre, ya no me importa lo que pase.

[...]

Estoy sentada en una silla junto a la ventana de la recamara del departamento de Boggi, viendo hacia la ciudad. Son como las 11:00 a.m. El cielo está casi despejado pero con unas cuantas nubes y el sol se aprecia detrás de los grandes edificios. Hay unos pájaros en los árboles de enfrente, su canto es música para mí. Es un clima muy agradable.

Estoy esperando a Boggi que fue a casa para ver a Su madre, ya que esta semana se quedó aquí conmigo. Dijo que vendría antes de las 11:30 a.m. por mí. Que tiene una gran sorpresa para mí. Estoy ansiosa por saber cuál es.

[...]

Han pasado tan solo unos minutos más cuando veo a lo lejos a Boggi en su auto.

Viene dando vuelta en la esquina hasta llegar a la reja del estacionamiento, la cual abre inmediatamente el portero.

Se estaciona y baja corriendo del auto con un rostro lleno de felicidad. Se ve muy guapo como siempre. Su cabello alborotado y agitándose con el leve viento que hace. Y esa hermosa sonrisa que me enamora.

No se dio cuenta que yo lo veía desde la ventana.

Después de unos minutos entra al departamento.

—¿________ lista? —dice Boggi en cuanto entra y con una gran sonrisa.

—Sí —digo ansiosa.

—¿Le temes a las alturas?

—Em, no —digo extrañada.

—Genial, vamos —dice y me toma de la mano.

Salimos del departamento y bajamos por las escaleras. No tengo idea de cuál sea la sorpresa, o a dónde me llevará, pero no sé qué tiene que ver la sorpresa con las alturas. ¿Por qué me habrá preguntado eso?

Llegamos al auto y como es de costumbre Boggi me abre la puerta y me ayuda a subir. Salimos del estacionamiento y nos dirigimos a las calles de Los Angeles.

—¿A dónde vamos? —digo ansiosa.

—Es una sorpresa, pronto lo sabrás.

Oh. Sus sorpresas me encantan. Muero por descubrir a dónde me llevará.