Daría todo por ti {Boggi y Tú) {Adaptada}

Capítulo 28

En el camino al aeropuerto voy pensando en lo que le diré a Boggi y cómo se lo diré. Me dolerá hasta el alma separarme de él. Y lo que más me dolerá, es saber que tal vez nuestro bebé nazca sin su padre a su lado. No, no. Eso no. No debo pensar en eso. Todo esto se arreglará antes de que nazcas bebé. Prometí que tu padre te vería al nacer y lo cumpliré.

Han pasado un par de minutos desde que subí a este taxi y siento que ya extraño a todos y a todo, y eso que aún no veo a Boggi. Espero que entienda mi decisión.

Tengo la mirada en la ventanilla. El cielo está cubierto de muchas nubes, algunas de ellas son grises. Parece que lloverá en un rato más. Me pregunto ¿por qué siempre que estoy triste el día también lo es? Probablemente sea yo quien ve de esa manera el día. O tal vez el cielo me acompaña en mi tristeza.

Veo pasar los autos, uno tras otro y otro. Personas caminando.

Cuando nos toca un alto en el semáforo, veo a una pareja de la tercera edad caminando por la banqueta. Van caminando lentamente, y la señora apoya su brazo en el de su esposo para no perder el equilibrio. Ambos tienen su cabello blanco como el algodón, se ven muy felices a pesar de su edad. Una lágrima fugaz recorre mi mejilla al pensar si Boggi y yo llegaremos a estar juntos a esa edad. Y si caminaremos de la mano por el parque cuidando a nuestros nietos. Me encantaría llegar a ser una viejita arrugada y estar al lado de Boggi, me imagino peinando su cabello blanco como la nieve y a él contándole historias a nuestros nietos.

Por eso es que debo hacer esto, debo irme lejos de Boggi ahora, si quiero que en un futuro no muy lejano que estemos juntos.

De repente siento que vibra mi celular que está en el bolsillo de mis pantalones, lo saco y veo que tengo dos nuevos mensajes. Uno es de Tommy y otro de Boggi... oh, no. Abro primeo el de Tommy y lo comienzo a leer.

*Hola ________, te quería decir que Nick y yo ya estamos en el aeropuerto. Nick va con una chaqueta café, gorra negra y lentes oscuros. Probablemente te estará viendo de lejos, mientras que yo estaré seguramente a su lado. No te preocupes, él cayó redondito con la historia que le inventé.

Me gustaría despedirme de ti con un gran abrazo pero será imposible sin que él sospeche algo, así que te deseo un buen viaje y te prometo que nos veremos pronto. Cuídate mucho y cuida a ese pequeñito que llevas dentro. Cuidaré de tu familia y de Boggi, no te apures por ellos. Confía en mí.

Hablamos luego.

Te quiero, bonita.*

Oh, Tommy. Le debo mucho, ha hecho tanto por mí y por Boggi. Aún no puedo creer que esté haciendo todo esto por nosotros. Nunca podré terminar de agradecerle por todo.

Ahora abro el de Boggi y siento como se acelera mi corazón, espero no esté molesto.

*Mi _______, te amo, y lo sabes. Por favor, no cometas ninguna locura, no podría estar lejos de ti, por favor. No tomes ese vuelo. Espérame, tenemos que hablar, por favor.

Te amo demasiado al igual que a nuestro bebé, ustedes son todo para mí.

Te amo, te amo, te amo.*

Oh, Boggi. No... no quiero verte sufrir, no podré irme de tu lado. No hagas esto, por favor. No sabes cuánto te amo y por eso haré esto.

—¿Señorita? —Dice el taxista sacándome de mis tristes pensamientos.

—¿Ah? —Digo algo confundida.

—Hemos llegado. —Dice y es cuando me doy cuenta que sí, ya llegamos.

—Oh, gracias.

El taxista se baja para sacar mis maletas de la cajuela y yo me quedo un momento observando las puertas del aeropuerto, van muchas personas entrando y otras saliendo. Unas cuantas están con sus amigos o familiares, unos se despiden y otros se saludan después de no verse por un tiempo.