Capítulo 23

1.9K 155 41
                                    


—Bog..Boggi, quería yo, em... no, este —¡rayos!— dormir en, mi, la cama, y yo en el... sillón.

—No _______ tú no tienes por qué dormir en el sillón. De hecho yo... te iba a pedir... lo mismo —empezó a enrojecerse— de em.. solo si tú quieres —pasó su mano por su cabello— tú, sabes am...

Creo que de tanto juntarse conmigo Boggi ya empieza a tartamudear.

¿Acaso quiere lo que pienso? Esas maripositas de nuevo están revoloteando en mi estómago.

—¿Qué? —dije haciéndome la tonta.

—Tú, bueno, yo em... —dirigió su mirada hacia el piso.

Creo que estaba lista para esto. Me acerqué a Boggi, tomé su rostro para que me viera y noté lo nervioso que estaba. Yo igual lo estaba pero no me importó y le di un pequeño beso, su rostro estaba caliente, o tal vez era el mío. Boggi me veía nervioso.

—Sí quiero —le dije al oído, y él abrió los ojos lo más que pudo y paso saliva con dificultad.

—¿S.. Segura?

—Sí.

Boggi se fue acercando poco a poco a mí, hasta que me tomó de la cintura y me pegó a su regazo. Había un silencio tranquilo en la habitación. Tal que se podían oír los latidos de nuestros corazones y nuestras agitadas respiraciones. Sentía los latidos de su corazón agitado en mi pecho. Como aquella noche lluviosa en el hotel de París.

Nos vimos un par de segundos directo a los ojos y sabía que no me estaba equivocando en esto. Su mirada tan sincera y dulce, me hacía confiar en él.

Acerqué mis manos a su playera y poco a poco se la fui quitando. Hasta ver sus abdominales perfectamente marcados.

Se fue desasiendo de sus tenis y calcetines, mientras que yo de mis zapatos. Por fin me libraba de estos horribles zapatos que me torturaban los pies.

Lo tomé por su cintura y al hacer contacto con su piel, mi cuerpo estalló en miles de sensaciones.

Me abrazó y fue bajando el pequeño cierre de mi vestido, nos besamos y fue así como nos fuimos acercando a la gran cama. Sentándonos al borde de esta y poco a poco se fue dando todo.

Mis piernas temblaban de nervios. Pero Boggi me estaba tratando como una reina, cuidadosamente y muy respetuoso. Notaba como le temblaban las manos. Al acercarse a mí.

Estaba percibiendo el delicioso aroma de su hermosa piel.

El olor de su hermoso cabello castaño. Sus fuertes brazos me rodeaban, como si me estuviera cuidando.

[...]

|La mañana siguiente|

El sol estaba dando en mis parpados, abrí los ojos y ya había amanecido. Estaba en el departamento de Boggi . Tuve un sueño muy raro, que Boggi y yo... en eso, antes de acabar de recordar mi "sueño" volteé de golpe al sentir una respiración a mis espaldas.

¡ERA BOGGI! y estaba envuelto en la misma sábana que yo.

No había sido un sueño, de verdad pasó. Oh dios. Aún no lo podía creer, que yo y Boggi... Dios.

Fui recordando todo lo que pasó anoche y me empecé a sentir feliz, era un sentimiento inexplicable.

Fue algo mágico, no sabría cómo explicar lo maravillosa que me hizo sentir.

Veo que Boggi empieza a removerse en su lugar y empieza a despertarse.

—Buenos días —digo apenada.

El abre los ojos de golpe al escucharme, pero relaja inmediatamente su rostro al verme, y sonríe alegremente.

—Buenos días mi hermosa princesa —dice y me besa tiernamente en los labios.

—¿Cómo amaneciste? —digo nerviosa.

—Mejor que nunca —dice con cara algo picarona e inmediatamente me sonrojo.

—¿Y tú que tal ______?

—¿Yo? Ah sí, mejor que nunca —digo tratando de imitar su rostro y él sonríe.

—Te amo _______ .

—Y yo a ti Bogdan.

Un ruido del pasillo hace que brinque asustada. Era un reloj que toca las campanadas según las horas que sean. Tocó 12 campanadas.

¡Son las 12:00! ¡Rayos! Por primera vez no había llegado a dormir a casa, bueno eso ya no importaba. Pero Boggi no le habló a Maya, espero no se moleste y todo por mi culpa.

—Boggi, ¿le hablaste a tu mamá? —él abrió los ojos lo más que pudo.

—No, pero tranquila, lo entenderá —Deja le hablo.

—De acuerdo.

Boggi se levanta de la cama y... olvidó algo.

—Boggi...

—¿Mande linda? —dice quedando de frente a mí.

—Tú, no traes, amm... —señalo hacía debajo de su cintura.

Voltea de golpe a verse y en un instante esta rojo como tomate. Yo rio discretamente. Olvido por completo que no traía nada puesto.

—Yo, amm, lo olvide. Pero bueno, no hay nada nuevo aquí que no conozcas —dice nervioso y a la vez picaron.

Mi cuerpo se estremece y ahora soy yo la que estoy como tomate.

Él es como un monumento. Es simplemente perfecto.

_____________________________

Gracias por leer♥

Daría todo por ti {Boggi y Tú) {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora