Daría todo por ti {Boggi y Tú) {Adaptada}

Capítulo 5

Ya lo había decidido, no me fue difícil escoger. Si Boggi había hecho todo por mí, yo haría todo por encontrarlo, costara lo que costara.

La universidad podrá esperar. Ahora tengo algo más importante sobre todo lo demás... a Boggi y a mi bebé.

—¿Estás segura ________? —Me pregunta mi madre, sacándome de mis pensamientos.

—Sí, segurísima.

—Hija, sabes que te apoyo en todo, pero tú sabes lo difícil que es entrar a Harvard. El hecho de que te aceptaran es algo estupendo. No es que me sorprenda, tú eres una gran estudiante. Pero Harvard es la mejor universidad del mundo y siempre ha sido tu sueño desde niña entrar ahí.

—Lo sé mamá, pero... —Suspiro profundamente— presentaré el examen el próximo año, y tal vez me vuelvan a aceptar. Si no, hay más universidades, está también Princeton, que también es una de las mejores universidades del mundo. Aparte está en Nueva Jersey.

—Ay ______. Toma. —Me da un sándwich de mermelada que estaba preparando— Pero lo que no me has dicho es ¿Por qué no quieres aceptar? —Pregunta sentándose enfrente de mí.

—Porque ahora más que nunca debo estar aquí. Tengo que encontrar a Bog... —Me callo. Dios, no puedo decirle nada sobre que Boggi está vivo.

—¿Encontrar a quién? —Pregunta frunciendo el ceño, y le da una mordida a su sándwich.

—A... yo, a... —trago saliva con dificultad— Jo... Jonathan, sí... a Jonathan —Digo tartamudeando o más bien, mi tartamuda interior.

—¿Quién es Jonathan?

Dios, no sé ni que estoy diciendo. Como mamá nunca antes me prestaba atención y ni siquiera me preguntaba cómo me había ido en el día. Y ahora que lo hace, es tan extraño para mí.

—Es... es un... —Dirijo la mirada a la sala y veo a Jason frente a la TV y una idea se me ocurre— Un amigo de Jason. —Agrego.

—Y... ¿Por qué debes encontrarlo? —Pregunta.

—No, es que... yo le ayudo a Jonathan a estudiar y yo... yo le presté unos libros y los perdió, así que él... yo le ayudo a enco... buscarlos. —Termino de decir y mamá me ve extrañada.

—_______... ¿Estás bien? Estás algo... am... rara.

—¿Yo? Ah, no. Es que... seguro me afectó la mermelada del sándwich.

—_______, ni siquiera has probado tu sándwich. —Dice y volteo a ver mi plato. Y ahí está mi sándwich completo.

—¡Mamá! —Reprocho— Es... bueno, tú sabes. Creo que la brutalidad de Jason se me está pegando. —Digo y Jason voltea a verme y alza su mano, enseñándome solamente el dedo de en medio.

—¡Tarada! —Grita Jason.

—¡Tarado tú! —Le respondo poniendo los ojos en blanco.

—Bestia perve... —Lo interrumpo.

—¡Jason! —Agarro una manzana de la mesa y estoy a punto de arrojársela a la cabeza.

—¡YA! —Grita mamá y los dos nos quedamos en silencio— Dios, dame paciencia. —Dice mamá con la mirada hacia arriba— Jason, compórtate. Ya tienes 22 años y actúas como un niño de 3 años. Y ______, tú no eras así, compórtate. Estas embarazada y no será un buen ejemplo tu comportamiento para tu hijo. —Dice algo molesta. Mientras que Jason me enseña la lengua y sonríe burlón.

Me encojo de hombros ante mi madre y volteo a ver a Jason. Hijo de la gran... mis pensamientos hacia Jason son interrumpidos por el timbre de la casa.