20|En Mis Recuerdos

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Janesse

23 de Agosto del 2018
Manhattan, Nueva York


Han pasado varios meses desde la última vez que supe algo sobre Connor Moore, ha permanecido en las sombras, ocultándose de las cámaras, impidiendo que sepa algo sobre él. Lo he seguido en redes sociales, he seguido sus pasos convirtiéndome en una fanática que está dispuesta a darle su apoyo. 

No tuvimos la oportunidad de conocernos debidamente, pero por lo menos sabemos que existimos, y espero con todas mis fuerzas que él piense en mí de vez en cuando. Porqué si soy sincera, creo que jamás podré superarlo. Ahora que lo conocí, se ha vuelto imposible olvidarlo, quiero correr a donde sea que este y mirarlo con atención, tomarme todo el tiempo posible para apreciar su existencia, para abrazarlo, para besarlo. 

Sobretodo para besarlo. 

Mis labios se han sentido adoloridos desde ese beso, es como si estuvieran hipnotizados, y la única manera para tranquilizarlos, era volver a besar sus labios. Sé que estoy profundizando mis sentimientos en algo que no podría suceder. Quiero tener esperanza de que habrá un nosotros, tal vez no hoy, ni mañana, pero en algún futuro próximo. 

Tengo ese presentimiento de que fuimos hechos el uno para el otro. Puede parecer patético, pero es cierto. Es real, es como un frenesí que no me deja en paz, que se mete a mi cabeza y me hace recordarlo a cada momento. A veces me vuelve loca, quisiera olvidarme un segundo de él para concentrarme en mis pendientes, es imposible, todo lo que hago me hace recordarlo. Especialmente su sonrisa que me impresionó. 

Desde que comencé a seguirlo en las redes, descubrí que no hay suficientes fotografías donde él sonría como me sonrió. Me sentí especial al saber eso. Es como si él hubiera olvidado todo y decidiera ser feliz en ese breve momento que compartimos. Jamás podré olvidar esa inesperada cena, no fue oficial y nunca lo será, pero fue una buena cita. Una noche agradable que hubiera sido perfecta si hubiéramos hablado por teléfono. 

Es tan sorprendente como cambian las cosas en un solo segundo. Si mi madre no nos hubiera encontrado a mi y a Kenner; si no hubiera estado en la habitación hablando por teléfono; si yo no hubiera llegado en ese momento, si no hubiera corrido con prisa, si mi teléfono no hubiera sonado en ese momento, y si no lo hubiera dejado caer; probablemente ahora tendría un día maravilloso. 

Estaría terminando mis clases en la universidad, apresurándome por finalizar todos los pendientes para reunirme en el Empire State y conocer a Connor, estaríamos teniendo una cita secreta, él escondiendo su rostro con su gorro negro y su cubre bocas y, yo con un par de lentes oscuros, estaríamos tomados de las manos, platicando sobre lo bueno que ha sido su nuevo álbum, luego nos detendríamos por un helado e iríamos a la playa para ver el atardecer. Nos sentaríamos en la arena y disfrutaríamos el momento, sellándolo con un dulce beso.

Esa clase de momento estaría disfrutando ahora. 

Pero no tuvimos la suerte suficiente para conseguirlo. Él está en alguna parte del mundo, ocupado con sus propios pensamientos, y yo estoy de pie frente a la playa, viendo el atardecer que no compartiré con él. Recordándome que tal vez no lo conozca en un largo tiempo.

Me cuestiono a mi misma todos los días que será de nosotros, ¿podremos superarlo? ¿Olvidarnos de que alguna vez nos conocimos? ¿Será un recuerdo borroso? ¿Él me recordará? ¿Fue Connor una estrella fugaz en mi vida? ¿Es una estrella inalcanzable? ¿No lo volveré a ver? Las estrellas fugaces jamás pasan por el mismo sitio dos veces. 

Todas estás ideas ocupan la mayor parte de mi tiempo, preocupaciones y mis emociones se encuentran discutiendo entre ellas que debo ser fuerte y preocuparme por mi situación actual: me escapé de casa y no tenemos ayuda económica. 

Eternamente Destinados |editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora