22|Empatía

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Connor


Las cosas que debían ser diferentes continuaron por un mal camino. No pude negarme a nada cuando ella me lo pidió con mucha sinceridad. Thyra necesitaba mi ayuda, podía dársela, pero al mismo tiempo estaría finalizando lo que pudo suceder entre Janesse y yo. A estás alturas debió enterarse a través de las noticias o las redes sociales.

Ya debe ser demasiado tarde.

Observo el maquillaje que me han puesto para la sesión fotográfica, me veo menos demacrado a las noches anteriores. No he logrado conciliar el sueño correctamente desde el evento de Muwor, mi mentalidad dio un giro inesperado y me transfirió a la laguna del vacío. Muchas cosas se reunieron en mi cabeza, me trajo recuerdos que creí olvidados, la sensación cálida de una persona a mi lado, la delicada historia que pudo de ser de nosotros, todo a causa de la misma persona. Janesse Garnier. 

Últimamente, todo me recuerda a ella. 

Y a su causa, rechacé sentimentalmente a Thyra. Me di cuenta que no podría quererla teniendo a la rubia de ojos cafés metida en mi cabeza. Sería una traición que no estoy dispuesto a ejercer. La artista despampanante entendió a la primera.

—¿Es un rechazo? —Me preguntó.

Me miró con franqueza, noté su asombro y decepción, y aún así fue muy modesta. Me aleje de la puerta para acercarme a ella y acariciarle la mejilla.

—Te diría que sí, pero no puedo. No en este momento.

—¿Quién es ella? ¿Es más linda?

—No sé mucho sobre ella, y tu tampoco deberías saberlo. No hace falta. 

Thrya aleja mi mano de su rostro y me sonríe. 

—Deberías ser muy distante con las mujeres que muestren interés en ti, o de lo contrario terminaras provocando que alguien te secuestre. Voy a esperar a que te canses de ella, entonces iré por ti. Pero dile esto a tu... A ella, que si te descuida te voy a robar. 

—Thyra.

—Voy a luchar por ti si ella no hace lo suficiente para mantenerte a su lado.

Decirle que eso no sería necesario la haría sentir mal, pues estoy convencido de que seré yo quien la hostigue intentando que la rubia de ojos azules me preste su atención. Seré yo quien esté al tanto de ella, quien haga lo que sea necesario para mantenerla a mi lado. 

Me he sentido atado solo dos veces en toda mi vida, y cuando eso sucedía, era imposible sacarme del camino. Mis emociones se profundizaban y me hacía vulnerable ante la persona que tenía toda mi atención. Creí que no volvería a sentirme de la misma forma, hasta que conocí a Janesse Garnier. Colapsé en ese instante. 

Todo en ella era majestuoso. Me hacía sentirme libre, seguro y extraodinario. Es como si ella fu traída a este mundo por mi causa. A su lado todo era mejor. Me olvidaba de mis dolorosos recuerdos pasados. 

Dejo de recordar cuando alguien del staff entra al camerino para avisarme que ya es hora. Me levanto del asiento y prosigo al exterior. Lo primero que visualizo es una pared amarilla combinada con un azul intenso. Me siento como un zombie mientras me acerco al centro y me preparo para las fotos. Me siento perdido mientras mi exterior hace lo que llego hacer y mi interior canta con fuerza. 

No existe un nosotros, a veces es lo que creo.

Pero hay tantos momentos que puedo recordar.

Camino hacia a ellos sin temor de lo que pueda pasar.

No hay probabilidad de que te pueda encontrar.

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⏰ Última actualización: Apr 25 ⏰

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