El Amante del Cultivador [En Emisión]

34 - En las puertas del Infierno (cuarta Parte)

Jiang Cheng se paró casi de inmediato cuando reconoció a Wei WuXian dentro de aquella habitación. Los labios de Lan WangJi temblaban, repitiendo una y otra vez "No, no" de rodillas en el tejado. Sentía que su cuerpo cedía por el peso de las palabras que había dicho Lan QiRen luego de haber estudiado el talismán. "No puede ser así, no debe ser así. De todas las personas en el mundo, Wei Ying no" La angustia estaba obstruyendo su respiración, volviéndola dificultosa y errática. Los ojos dorados, que habían reaccionado mostrando la desesperación de Lan WangJi, seguían mirando, esperando que estén mal, que sea un engaño.

La persona que Lan WangJi esperaba encontrar, parecía siempre retener en las esquinas de sus ojos y cejas, la nota de una sonrisa. Pero la persona dentro de aquella habitación estaba rodeada de un aura fría y oscura. Aunque aún mantenía las finas y delicadas facciones que lo hacían maravillosamente encantador, estaba pálido y mostraba un perfil inquietante y presuntuoso. La brillante alegría que expresaba cuando sus labios se curvaban, había desaparecido.

Lan WangJi se removió sobre el tejado, decidido a entrar de inmediato e intervenir. La habilidad de derretir núcleos era demasiado poderosa como para dejarlo solo pero, justo cuando por fin había devuelto su mano a la empuñadura de Bichen, Wen ZhuLiu retrocedió, interponiéndose entre Wen Chao y Wen WuXian. El comportamiento defensivo del guardaespaldas Wen lo tomó por sorpresa: "Aunque Wei Ying está ignorándolos, no se atreve a atacar primero ¿Realmente fuiste tú quien causó todo esto, Wei Ying?". Jiang Cheng regresó a su posición para seguir observando la situación:

Wei WuXian, estaba observando algo que aquellos que estaban en el tejado, no alcanzaba a vislumbrar. La sonrisa era cada vez más sombría y escalofriante. Lan WangJi lo vio cerrar sus ojos antes de girarse nuevamente, enfrentado a Wen ZhuLiu, mientras Wen Chao continuaba ocultando su rostro, respirando entrecortadamente entre sollozos, llamando:

- Wen ZhuLiu... ¡Wen ZhuLiu!

Wei WuXian dio unos pasos hasta pararse frente a una mesa alta que estaba en medio de la habitación, quitó la flauta de su cintura y la hizo girar entre sus dedos mientras hablaba:

- Incluso ahora, ¿Sigues pensando que llamarlo tiene algún uso?

Cuando avanzaba, había pateado el bollo de carne que Wen Chao había rechazado. Giró la flauta en su mano de nuevo y la llevó detrás de su espalda:

- ¿Qué? ¿Eres quisquilloso con la comida?

Cuando Wen Chao retiró las manos, observó que Wei WuXian se había aproximado y que además, había acercado hacia él aquel bollo. Sorprendido, cayó del taburete donde se había sentado y comenzó a chillar:

- ¡No voy a comerlo! ¡No voy a comerlo! ¡No voy a comerlo!

Lan WangJi pudo observar claramente cómo los ojos de Wen Chao casi parecían salir de su órbita, aterrado por la imagen del bollo a sus pies. Desesperado, Wen Chao comenzó a arrastrarse, intentando alejarse. "Perdió la cabeza" pensó mientras observaba como la capa larga y oscura caía. Las vendas que cubrían las extrañamente delegadas piernas comenzaron a aflojarse, dejando algunas partes expuestas. La sangre abandonó el rostro de Lan WangJi: la carne, había sido arrancada de los huesos. No había rastros de piel en el espacio que dejaba verse, y la sangre ennegrecida había comenzado a brotar entre las heridas secas. "Él mismo se lo hizo, ¿acaso devoró su propio cuerpo?"

Mientras Wen Chao aullaba agudos, Wei WuXian parecía no escuchar nada y, levantando sus túnicas, tomó asiento sobre la orilla de la mesa. Un chasquido, y encendió la lámpara que estaba detrás de él, iluminando su espalda y el perfil de su rostro que hacía visible para Lan WangJi. Los ojos oscuros de Wei WuXian resplandecían con un brillo demoníaco mientras observaba algo que se removía en el suelo. Un niño ghoul completamente pálido, estaba removiéndose a sus pies, royendo algo que Wei WuXian le había dado. El niño ghoul parecía estar disfrutando lo que tenía en su boca y, en cuanto lo quito para darle vuelta, Lan WangJi pudo distinguir qué era: "¡Esto es imposible! ¡Está devorando los dedos de Wen Chao!"