El Amante del Cultivador [En Emisión]

36 - Puertas abiertas (Primera Parte)

Les recomiendo escucharlo durante la lectura: 

________________

Ese día, la Secta QingheNie bajo el liderazgo de Nie MingJue, partieron en compañía de Lan XiChen y algunos de los discípulos de la Secta GusuLan en dirección a Qishan. El segundo grupo, que estaba constituido por LanlingJin, guiados por Jin ZiXuan; y YunmengJiang, guiados por Jiang Cheng, los siguieron unas horas después. Lan WangJi los seguiría desde arriba. Debía acercarse por aire junto con los discípulos que se habían cultivado con el guqin.

Jiang Cheng había dejado a Wei WuXian detrás de toda la formación. Aunque esto llamó la atención de Lan WangJi, ya que ambos nunca antes se habían separado, era poco ético indagar sobre el motivo por el cual un líder de otra secta tomaba las decisiones. Así, después de que la formación estuvo lista, Lan WangJi dejó atrás a Wei WuXian, quien estaba montando sobre el lomo de un caballo de pelaje oscuro, con un rostro apacible, alejado del grupo.

Más de cien cultivadores envueltos en túnicas blancas, atravesaron los cielos montando sus espadas hasta las puertas de Qishan. Desde allí, debían esperar las señales aliadas provenientes de Ciudad Sin Noche, la gran residencia de la Secta Wen, antes de adentrarse y dar acabada con la lucha.

Los hombres, discípulos de la Secta Lan, estaban de pie a las afueras, mientras que en silencio, dejaban que la energía espiritual recorriera su cuerpo y la acumulaban en su núcleo dorado. Su tarea era dar por terminado el ataque a QishanWen y para ello, debían concentrar todo su poder espiritual durante el tiempo que tocaran el Sonido de la Victoria. Era muy importante que tocaran la melodía de manera correcta ya que, un mal acorde, podría causar que perdiera su efecto y estarían bloqueando su propio ataque. Desde varones de apenas dieciséis años hasta adultos un poco mayores que el segundo joven maestro Lan, acompañaban durante la meditación a Lan WangJi.

El sol cambió de posición, dirigiéndose hacia el occidente. El tiempo pasaba sin ningún otro cambio más que este, haciendo que Lan WangJi entrara en un estado de alerta: "Algo anda mal" Si algo se escapaba de sus planes durante el ataque, entonces debían intervenir de inmediato, sin tener que seguir esperando. Todos los discípulos también se habían percatado que las señales no habían sido disparadas. Lan WangJi se giró a los cultivadores bajo su cargo y no necesitó más que una inclinación para que se percataran que era momento de avanzar.

Cada uno, esta vez, portaba sus instrumentos delante de ellos, con las manos listas sobre el cuerpo duro de los guqins de colores oscuros y claros, los dedos enviando finos hilos de energía espiritual sobre las cuerdas. Cuando entraron en el territorio de la Secta Wen, incluso mucho antes de llegar a Ciudad sin Noche, miles de cultivadores estaban librando una batalla: "Una emboscada"

- ¡HanGuang-Jun!

El discípulo a su flanco derecho estaba apuntando más adelante: si bien, debajo de sus pies la Secta YunmengJiang y LanlingJin estaba luchando contra un ola de cultivadores Wen, más adelante, siendo empujados hacia el interior de Qishan, el primer flanco estaba intentando retroceder para ayudar a los aliados. Lan WangJi dio la orden con voz estridente:

- ¡Ahora!

El sonido bajo y suave comenzó a resonar desde lo alto, en un rango desde dos octavas hasta cuatro octavas. La melodía descendía acompañada por la energía espiritual de cientos de cultivadores, y parecía ser tocada por los mismos dioses. Podía ser escuchada como una melodía plácida para aquellos que no recibían el ataque, pero flaqueaba la resistencia de los cultivadores Wen. En esa oportunidad, YunmengJiang y LanlingJin, devolvieron los ataques sin clemencia alguna.

Cuando vislumbraron que la situación había cambiado, su vuelo en espada continuó hasta estar delante del primer grupo de ataque. Los finos dedos de Lan WangJi comenzaron a deslizarse nuevamente. La unión de tantos cultivadores hacía retumbar el suelo por la melodía y parecía que estaban por conseguir revertir la situación. Pero en un descuido, una flecha dio en el pecho de uno de los discípulos de la secta Lan.